Sealand, la base antiaérea de 550 metros cuadrados convertida en micronación, cumplió el sábado 50 años. La plataforma, construida por el Reino Unido en la segunda guerra mundial, está a menos de 10 kilómetros de las costas británicas. Roy Bates la ocupó y declaró su independencia en 1967, autoproclamándose príncipe. A día de hoy, su hijo, Michael Bates, ha heredado el cargo.

Pese a ser un territorio de tan reducidas dimensiones, Sealand posee una gran historia, que incluye hasta un golpe de Estado. El enclave nació en 1942, durante la segunda guerra mundial. Reino Unido lo construyó para controlar e informar de la posible colocación de minas nazis en aguas de Inglaterra. Durante la guerra, el espacio fue el hogar de entre 150 y 300 personas, y disponía de radares, armamento y víveres.

Tras acabar la guerra, los habitantes fueron abandonando el fuerte, hasta quedar completamente deshabitado. Pero en 1967, Roy Bates llegó a la plataforma con intención de hacerla suya. El nuevo inquilino bautizó el enclave con el nombre de Sealand y, tras consultarlo con un abogado, lo declaró nuevo Estado soberano e independiente. Así, Bates se declaró príncipe de Sealand. Al parecer, al encontrarse en aguas internacionales, nada se lo impedía.

Un año después, el Gobierno británico puso a prueba la legalidad del nuevo Estado. Michael Bates, el hijo de Roy y su mujer Joana, disparó un tiro de advertencia a un buque de la Armada británica situado cerca de Sealand. Roy y Michael fueron detenidos y el caso acabó en los tribunales. Finalmente, el juez dictaminó que Sealand estaba fuera de la jurisdicción británica y, por lo tanto, los tribunales del Reino Unido nada podían hacer en contra de los Bates.

En 1978, Michael se quedó solo al mando de Sealand mientras sus padres viajaban a Austria por negocios. Entonces, un helicóptero llegó a la plataforma asegurando tener un mensaje de su padre para él. Michael les dio permiso para aterrizar y, en cuanto lo hicieron, los hombres que se encontraban en el interior del helicóptero tomaron Sealand y encerraron a Michael en una celda durante tres días hasta que, finalmente, le enviaron en barco a Holanda.

Con ayuda, Roy Bates recuperó su país y tomó como prisioneros de guerra a los intrusos hasta que sus países de origen pidieron su liberación. A partir de aquel momento, Sealand no ha sufrido más altercados.

A día de hoy, la plataforma no ha sido reconocida internacionalmente como país, pero tiene incluso una selección propia de fútbol, que encajó seis goles de Chipre en el 2006. En el 2007, el príncipe Michael declaró en venta Sealand por diez millones de libras (algo más de 10,85 millones de euros) y recibió una copiosa oferta de los webmasters de The Pirate Bay, que rechazó por cuestiones éticas.

Título de barón

Obtener el noble título de barón o baronesa es tan sencillo como comprarlo por internet en la web del Gobierno de Sealand por 59,99 libras (unos 65 euros). Quizá no sirva para codearse con la nobleza europea, pero sí podrá colgarse el diploma en el salón.

Además, la web oficial del Gobierno expide también el de lord o lady (unos 32 euros), el de conde o condesa (215 euros) y el de duque o duquesa (casi 575 euros). Más barato sale adquirir el DNI de Sealand o la camiseta de la selección.