Sierra Leona comenzó ayer a enterrar a los centenares de víctimas mortales que dejaron las fuertes inundaciones y desprendimientos de tierra del pasado lunes y sigue inmersa en el rescate de más de 600 personas que permanecen desaparecidas.

Según el coordinador de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja, Abdul Bakar, hasta el momento se han recuperado 297 cadáveres, de los que anoche fueron enterrados 139.

Entre las víctimas mortales hay casi un centenar de niños, según medios locales.

Las autoridades temen que estas cifras aumenten a medida que los equipos de búsqueda, el personal militar y los familiares continúen excavando, buscando a personas llevadas por el agua o enterradas bajo el lodo.

Tras dos días de intensas búsquedas, los equipos de rescate tienen cada vez menos esperanza de encontrar a gente con vida.

Las familias se han acercado al tanatorio para identificar y retirar los cuerpos de los suyos, y se prevé que el resto de víctimas sean enterradas en fosas comunes.

El área afectada por las inundaciones es una zona de la capital, Freetown, donde se habían construido numerosas viviendas ilegales, muchas de ellas literalmente absorbidas por el río de lodo.