El 70 % de los hogares no perciben que les hayan llegado los efectos de la recuperación económica y, en el caso de los que están por debajo del nivel de la pobreza, 9 de cada 10 no experimentan que esta nueva coyuntura haya mejorado sus vidas. Esta es una de las principales conclusiones del informe Análisis y perspectivas 2017. Desprotección social y estrategias familiares, de la Fundación Foessa (Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada), que ayer presentó Cáritas. «No podemos decir que estemos en una situación donde el crecimiento económico ha llegado a las familias y, especialmente, no les ha llegado a las más pobres. Hemos empobrecido la pobreza», recalcó ayer el secretario general de Cáritas, Sebastián Mora. Según Mora, crecimiento económico no es sinónimo de desarrollo social, ya que por sí solo «nunca ha evitado ni nunca evitará la pobreza», y consideró que «cuando algunos políticos dicen que la mejor política social es el crecimiento económico no están diciendo la verdad».

17 INDICADORES / A través de 17 indicadores se ha medido la denominada red de seguridad de los hogares, es decir, su capacidad para afrontar situaciones adversas futuras. Y la encuesta -realizada en el primer trimestre de este año a más de 1.300 hogares de las 17 comunidades autónoma- revela que ese «colchón» es peor ahora para la mitad de las familias (50,1%), especialmente en lo que se refiere a la capacidad de ahorrar (el 60% viven sin tener nada ahorrado o con un nivel tan pequeño que no podrían resistir más de uno o dos meses).

Los hogares con mayor debilidad son los que tienen menores entre sus miembros (68%), familias monoparentales (62%) y las familias numerosas (81%) y también aquellos en el que el principal sustentador es joven, tiene estudios secundarios o es extranjero.

La percepción de los españoles sobre su situación es también precaria: el 47,1% de los encuestados cree que dentro de cinco años estará igual y un 26% cree que su situación empeorará.

La desconfianza en la participación social y política es otro de los aspectos que también refleja la encuesta y son precisamente los sectores más vulnerables los que perciben en mayor medida que no es útil para mejorar sus condiciones de vida: para el 75% votar no sirve, para el 56,9% asociarse y para el 61,2% la movilización tampoco.

La familia y los amigos siguen siendo uno de los principales apoyos cuando se están pasando dificultades. Así lo perciben siete de cada diez hogares.