Siete niños de una misma familia de judíos ortodoxos, de entre 5 y 15 años, murieron ayer en Nueva York en un feroz incendio declarado en su casa de Brooklyn que se inició en una placa eléctrica usada para mantener comida caliente. La madre y otra menor lograron escapar por una ventana y se hallaban ayer en estado crítico. Los fallecidos, tres niñas de 8, 12 y 15 años y cuatro niños de 5, 6, 7 y 11 años, dormían cuando se declaró el fuego, poco después de la medianoche. "Es la mayor tragedia por un incendio que ha sufrido Nueva York en siete años", dijo el jefe de los bomberos de Nueva York, Daniel A. Nigro.

Según las autoridades, el fuego se habría iniciado por un fallo en una placa eléctrica usada para mantener comida caliente para el día siguiente. La práctica es habitual entre este grupo religioso, que tiene prohibido encender fuegos o aparatos eléctricos durante el Sabbath (día de descanso en el calendario hebreo). Según vecinos citados por el periódico New York Post, la madre de la familia, con quemaduras y cubierta de sangre tras saltar por la ventana, dio la señal de alarma gritando: "¡Mis niños están dentro!". El padre de la familia se encontraba fuera de la ciudad, al parecer asistiendo a una conferencia.