Tres aves, dos moluscos, un mamífero y un arbusto son las nuevas especies catalogadas «en situación crítica» en España: un peligroso club que abarca casi 200 muestras de flora y fauna cuyo futuro está seriamente amenazado. Animales como el oso pardo, el lince ibérico, la foca monje o la cigüeña negra son los primeros que vienen a la mente al pensar en especies en riesgo de desaparición pero lo cierto es que, de las 192 incluidas en el Catálogo Español de Especies Amenazadas, la mayor parte (127) son vegetales. El resto son aves (21), invertebrados (18), peces (10), reptiles (7), mamíferos (7) y anfibios (2), a los que hay que sumar otras 134 especies en situación de «vulnerable» y 615 más «en régimen de protección especial».

La Conferencia Sectorial de Medio decidió ampliar la lista esta semana con tres aves: una anseriforme (cerceta pardilla), otra galliforme (urogallo cantábrico) y la tercera paseriforme (alcaudón chico). También incluyó un mamífero (visón europeo) y dos moluscos, uno de agua dulce (náyade auriculada, presente en el Canal Imperial de Aragón y en el Canal de Tauste) y otro de agua salada (nacra común), junto con un arbusto de la familia Cistaceae (jara de Cartagena).

El Gobierno concederá a partir del año próximo una asignación económica en los Presupuestos Generales del Estado para asegurar su protección.