Un informe del Tribunal de Cuentas Europeo (TCE) hecho público este martes considera "poco probable" cumplir el objetivo de que la red del Sistema Europeo de Gestión del Tráfico Ferroviario (ERTMS) funcione a pleno rendimiento en el año 2030. La auditoría del tribunal sobre el despliegue del sistema de señalización ferroviaria se ha practicado en seis países (Dinamarca, Alemania, España, Italia, Países Bajos y Polonia), representativos de las nueve zonas en las cuales la red deberá funcionar.

Según los expertos, a finales del año pasado solo el 8% de los corredores de la red básica ferroviaria utilizaban el ERTMS. Actualmente 13 estados miembros no han introducido aún el sistema en sus vías. El informe señala además como problemas para cumplir el objetivos que muchos administradores de infraestructuras se resisten a invertir en el equipamiento, la falta de un modelo económico y la no obligatoriedad de presentar plazos para adaptar los sistemas nacionales a los de la UE.

Ladislav Balko, miembro del Tribunal de Cuentas Europeo responsable del informe, ha asegurado que la aplicación de este sistema “aún no está en el buen camino”. Balko considera que permitir que los ferrocarriles circulen de forma uniformizada por la UE es uno de los más importantes pilares del proyecto europeo y “un ejemplo concreto de cómo construir una Europa sin fronteras”.

El TCE afirma que, en general, el sector ferroviario no cuestiona las ventajas del ERTMS, que permite descongestionar el tráfico y reducir los costes de mantenimiento. Pero, a la hora de instalar el ERTMS, se echan atrás a la hora de renovar la señalizacón porque el cambio no se traduce en beneficios directos y inmediatos.

El caso español en detalle

De los casi 7.000 kilómetros de vías de España solo un 17% tiene el ERTMS en funcionamiento. No obstante, juntamente con los Países Bajos, es el único de los estados miembros analizados que cumplió con los objetivos fijados para 2015.

El informe del TCE llega a la conclusión de que “el ERTMS funciona mejor que el sistema nacional de señalización en lo que respecta a la velocidad (300-350 km/h frente a 200 km/h) y a la capacidad, sobre todo en las líneas suburbanas de cercanías de Madrid y Barcelona.”.

Sin embargo, existen problemas de compatibilidad en las españolas. De los 30 sistemas de señalización en funcionamiento por toda Europa, en España operan cuatro de ellos y ninguno igual a los de sus países fronterizos. Además, en el momento del análisis que dio pie al informe se notó la necesidad de mejorar 158 de los 362 vehículos ya equipados con el ERTMS para que se mantengan operativos.

Desde la implementación del sistema en 2009, todas las nuevas líneas que fueron construidas en España utilizan el ERTMS aunque de forma complementaria, algo que es considerado positivo por el tribunal. Actualmente, entre los proyectos fiscalizados en territorio español, solo el despliegue del ERTMS en líneas de cercanías de Barcelona sigue en curso.