Durante su segundo paseo espacial, los astronautas desmontaron uno de los cuatro giroscopios de la Estación Espacial Internacional (ISS), que dejó de funcionar hace tres años, e instalaron uno nuevo en el segmento estadounidense. Los giroscopios son instrumentos indispensables para controlar la estabilidad de la ISS, que necesita tener una orientación adecuada y estable con respecto al sol para cargar sus paneles de baterías solares.