El tabaco ha desaparecido definitivamente de bares y restaurantes franceses, en virtud de un decreto del Gobierno que entró en vigor ayer martes y que, en el caso de no ser respetado, supondrá la aplicación de multas para los infractores.

En febrero del 2007 entró parcialmente en vigor ese decreto que prohíbe el tabaco en lugares públicos cerrados pero que aplicaba entonces una moratoria de once meses para bares, restaurantes, discotecas y casinos. Con la entrada del nuevo año el decreto es de aplicación plena y no habrá más moratorias, según el Ministerio de Sanidad que, sin embargo, evitó ayer cualquier tipo de control. Operativamente, la norma será una realidad a partir de hoy.

Se calcula que son unos 200.000 locales los afectados por la medida, donde encender un cigarrillo puede costar al infractor entre 68 y 450 euros, mientras que los propietarios del establecimiento debería pagar multas de entre 135 y 750 euros.

El único refugio serán unos recintos herméticamente cerrados, con sistemas de extracción de aire independientes de la ventilación del resto del local, y donde no podrá haber prestaciones de servicios, así como en terrazas abiertas.

Por otra parte, Alemania entró ayer en el 2008 dividida entre estados federados de fumadores y de no fumadores, ya que la nueva regulación anti-tabaco entró en vigor en ocho de los 16 lander, mientras que los restantes se demorarán aún unos meses.

Mientras la prohibición de fumar en la oficina, estaciones de tren, aeropuertos y edificios púlicos es común en todo el país, lo que concierne a la hostelería queda a merced de la decisión de cada land, lo que ha originado estas diferencias. Los primeros en aplicar la ley han sido los estados de Berlín, Baviera, Brandeburgo, Bremen, Hamburgo, Mecklenburgo-Antepomerania, Sajonia-Anhalt y Schleswig-Holstein.

Además, Portugal también se sumó ayer a la lista de países que prohíben fumar en espacios públicos cerrados.