El temporal de nieve que atrapó entre 3.500 y 4.000 vehículos en la AP-6 en la madrugada del sábado al domingo así como a casi 1.400 personas en la AP-1 (tuvieron que ser evacuadas a Alsasua) y cortó durante varias horas la AP-68 y la A-12 a su paso por La Rioja puso punto final a las vacaciones de Navidad en las que dormitaban Gobierno y oposición. PSOE, Podemos y Ciudadanos salieron en tromba a exigir responsabilidades al Ejecutivo por la presunta inacción ante una nevada intensa que estaba prevista con claridad desde el viernes. El equipo de Mariano Rajoy parece, sin embargo, poco abierto a encajar posibles errores en el manejo de la crisis.

La primera medida tomada es abrir un expediente (de momento informativo) a la concesionaria de la AP-6, Iberpistas (fusionada desde 2004 con Abertis), y la comparecencia, sin fecha aún, del ministro de Fomento para dar explicaciones ante el Congreso de los Diputados. La empresa, sin embargo, alega que coordinó el Plan Operativo de Vialidad Invernal (POVI) con Fomento e Interior. Nadie asume la responsabilidad de lo sucedido.

La extrañeza comenzó el sábado. Centenares de vehículos quedaron bloqueados a menos de un centenar de kilómetros de Madrid, nevaba cada vez con mayor fuerza, y no se solicitaba la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME), el grupo del Ejército para rescates de estas características que, para estas intervenciones, depende de Interior y no de Defensa.

El domingo amaneció con los coches todavía atrapados y estuvieron todavía hasta la una de la tarde, cuando se dio por finalizado el rescate y se abrió la autopista tras la intervención del Ejército, la Guardia Civil y los operativos de emergencias. Ya a salvo los conductores, arreció el temporal político y la oposición salió en bloque a pedir explicaciones. Y el director de la DGT, Gregorio Serrano, despejó balones. Admitió que «se conocía con antelación la que iba a caer» y afeó que, sin embargo, muchos conductores viajasen sin cadenas.

A su juicio, los medios disponibles para la eventualidad han sido «más que suficientes». Iberpistas aseguró que el plan de actuación estaba coordinado con los ministerios de Fomento e Interior. Las respuestas no parecieron suficientes a la oposición. El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, exigió que el Gobierno y la DGT expliquen la «absoluta falta de previsión» que derivó en un «caos». Desde C’s, Albert Rivera, advirtió de que «el Gobierno no puede arrastrar los pies» en aspectos que afectan a la seguridad ciudadana. Y desde Podemos, Pablo Iglesias, lamentó que la «falta de previsión sea un clásico».

El episodio del temporal dio anoche dos giros que sustentanla improvisación. Serrano anunció el cierre inmediato de la AP-6, también de la AP-61 en Segovia y de la AP-51 entre Segovia y Ávila por el incremento de nevadas en la zona. El anuncio del director general de la DGT se produjo minutos después de que informara de que las previsiones de nevadas eran «débiles». Y muy poco después de anunciar el cierre, anunció su reapertura.