Un "auténtico depredador sexual" de menores. Así define la Guardia Civil al hombre de 25 años, vecino de Chipiona (Cádiz), detenido la pasada semana por abusos sexuales contra al menos nueve chicos de Cádiz y Badajoz, todos de entre 12 y 13 años. El agresor, en prisión preventiva desde el viernes por supuestos delitos de abusos, corrupción de menores y coacciones, estaba pendiente de dos juicios por los mismos delitos, ya que con esta son tres las detenciones que acumula el pederasta en menos de un año.

Fuentes de la Guardia Civil explicaron ayer que, hasta el momento, los jueces le habían dejado en libertad con cargos ante la falta de evidencias o pruebas en su contra. No ha sido hasta ahora, con su última víctima, cuando han podido acreditar su actuación y cómo había evolucionado su sistema para acercarse a las posibles víctimas, valiéndose de sus conocimientos de informática. El detenido era profesor en la zona, aunque llevaba dos años en paro, y se investiga si los menores eran antiguos alumnos o conocidos suyos.

La última denuncia, que dio pie a la denominada operación Señorito, la puso la madre de un adolescente de Chiclana de la Frontera (Cádiz). Esta mujer relató que su hijo habría sufrido hasta cuatro episodios de abusos sexuales por parte de un varón con el que había contactado a través de Instagram. Tras ganarse la confianza del menor en redes sociales, el adulto le amenazó con hacer públicas sus conversaciones de contenido sexual para que le enviase fotos en las que apareciera desnudo.

Posteriormente, tras conseguir las imágenes, empezó a coaccionarle y amenazarle para mantener relaciones sexuales. Una de las veces llegó a colgar una de las imágenes del menor desnudo en las redes sociales, llamándole por teléfono para que la viera y avisarle de que no la borraría hasta que no accediera a sus pretensiones.