No habían pasado ni 48 horas de la hospitalización de Teresa Romero cuando ante los interrogantes sobre qué pudo fallar el médico del Hospital de la Paz Germán Ramírez señaló a la auxiliar de enfermería: "Ha recordado en tres ocasiones que se tocó la cara con el guante". La paciente volvió a hablar por teléfono con su marido, ayer por la mañana, y le aseguró que no recordaba ni haberse tocado la cara con el guante ni haber hablado con nadie de este incidente. "Si hubiera pasado algo de eso, te lo habría dicho a ti", le dijo.

La conversación del matrimonio la presenció Teresa Mesa, una amiga de la pareja que ayer visitó durante una hora a Javier Limón en su habitación de aislamiento del Carlos III. "¿Cariño, tú contantes a un médico que te habías tocado la cara con un guante?", preguntó el marido. "¿Yo he dicho eso? No me acuerdo de nada. Ni recuerdo haberlo dicho, ni recuerdo haberme tocado la cara con un guante. Lo hice todo bien. Si hubiera pasado algo ya te lo habría dicho". La conversación la reprodujo a este diario Teresa Mesa, quien advirtió de que su amiga estaba tan medicada los primeros días que tampoco recordaba haber mantenido una entrevista telefónica con Cuatro cuando ya estaba ingresada. "La primera vez que habló con su marido casi no se le entendía, estaba atontada".

MEJORÍA En cuanto a la evolución de su estado de salud, la paciente mejora a pasos agigantados. Romero ya se levantó ayer de la cama y caminó hasta el sofá de su habitación. Su pulmón izquierdo funciona al 100% y respira con normalidad, pero con la mascarilla de oxígeno siempre cerca. Su estado de ánimo es tan bueno que se le debió de despertar el apetito porque ayer pidió a los sanitarios que la atienden que le llevaran "jamón y chorizo".

El equipo médico que atiende a Romero tiene previsto hacerle este fin de semana una analítica para comprobar si ya da negativo en el virus del ébola. Su carga viral, que nunca llegó a ser muy elevada, ha descendido escalonadamente en los últimos días.

Hasta la habitación de Romero llegaron por la mañana los cánticos y besos lanzados por un grupo de sanitarios del Hospital Universitario Fundación Alcorcón que al terminar el turno se acercaron hasta el Carlos III para saludar a sus compañeros en cuarentena. "Os echamos mucho de menos", escribieron en una pancarta fabricada de urgencia con una sábana.

Entre las 15 personas que están en cuarentena en habitaciones aisladas de la quinta planta del Carlos III hay varios sanitarios y una trabajadora de la limpieza del hospital de Alcorcón. Romero pasó 16 horas en un box de urgencias de ese hospital con fiebre, vómitos y diarreas. De ahí que varios de los trabajadores que estuvieron cerca de la paciente decidieran ingresarse voluntariamente en observación en el Carlos III .

Los trabajadores del hospital de Alcorcón entregaron una placa a sus colegas del Carlos III comprada por todo el personal en la que se agradece la vocación, cariño y profesionalidad con la que están trabajando y cuidando de los pacientes de las plantas quinta y sexta.