Cada año se registran «menos de 10 ataques de tiburón y la mayoría de ellos son mordidas de prueba» mientras que el ser humano pesca más de 100 millones de ejemplares, lo que ha convertido a esta especie en «el grupo de vertebrados más amenazado en la Tierra», ha denunciado a Efe el ecólogo marino Pelayo Salinas.

Salinas, que trabaja en la Fundación Charles Darwin en la Islas Galápagos y es experto en escualos, lamenta que «nadie se queje ni le dé importancia a la muerte de tantos millones de tiburones muertos al año, por culpa de la supuesta maldad y otros mitos alrededor de estos peces».

La mayoría de ataques de tiburón «no son para comernos, sino para saber qué somos los humanos, pues la mordida es su forma de reconocer el entorno» y suelen producirse en zonas con residuos orgánicos o con actividades deportivas como el surf.

«Cuando uno va a ver tigres en Sumatra, lo hace en jeep, con un guardia armado y a una distancia prudencial» y sin embargo «pretendemos ir a nadar, surfear o pescar a zonas donde se alimenta el gran tiburón blanco y que no nos pase nada», resume este experto.

«Ya hemos diezmado las poblaciones de más del 90% de las grandes especies de depredadores marinos», alerta Salinas, quien también recuerda que los tiburones son «depredadores tope» ya que controlan a todas las especies que tienen por debajo en la cadena trófica.