La Dirección General de Tráfico (DGT) estrenará esta Semana Santa un nuevo ingenio para luchar contra la siniestralidad vial. Unos minirradares portátiles muy versátiles que viajarán en motocicleta y que pueden funcionar desde la misma moto parada, desde un trípode o enganchados a un quitamiendos. Serán prácticamente invisibles para los automovilistas hasta que ya estén demasiado cerca. La tecnología láser con la que funcionan también los harán indetectables para inhibodores. Y se sumarán a los actuales dispositivos fijos, móviles y aéreos instalados en helicópteros.

Los aparatos pueden ser controlados hasta a 50 metros de distancia mediante WiFi o a cualquier otra distancia mediante conexión 3G o 4G, lo que permitirá a los agentes estar alejados y fuera de la vista de los conductores. También les permitirá salir al paso del infractor. Al detenerle, se le podrá notificar la sanción en el momento, evitando así que quien haya cometido la infracción identifique a otra persona para no perder los puntos del carné. También se evitará la comunicación entre los conductores de la ubicación de los controles por ser muy dinámicos.

Los minirradares, un total de 60, irán montados en 291 nuevas patrullas de motocicleta que estarán dotadas también de detectores portátiles de alcohol y drogas. Así lo anunció ayer el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, durante la presentación de la operación especial de tráfico de Semana Santa, que se iniciará el viernes a las 15.00 horas.

EN VÍAS CONVENCIONALES / El ministro presentó este modelo de herramienta que permitirá a los agentes poder actuar en algunos de los factores que más inciden en la siniestralidad, especialmente en vías convencionales, donde tal y como recordó ayer Juan Ignacio Zoido, se producen 8 de cada 10 accidentes.

Las patrullas dispondrán de 1.000 etilómetros con los que se podrán realizar pruebas completas de alcohol (un primer y un segundo test) y 694 lectores de droga portátiles. La inversión realizada en la compra de todo este material ha sido de 13,7 millones de euros. El objetivo de estas patrullas integrales es incrementar las medidas relacionadas con la vigilancia, la regulación y el control del tráfico para actuar en tres de los factores que más inciden en la accidentalidad, como son el alcohol, las drogas y la velocidad.