Cientos de personas, entre familiares, amigos y vecinos de las tres niñas atropelladas el sábado acudieron al funeral oficiado esta tarde en Fuensalida (Toledo), donde se sucediereon innumerables escenas de dolor y las lágrimas de sus madres se han convertido en protagonistas.

Los primeros en llegar a la iglesia parroquial San Juan Bautista, de Fuensalida, donde residían las tres menores, fueron el consejero portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Leandro Esteban, a quien acompañaban también el delegado de la Junta en Toledo, Fernando Jou, y el subdelegado del Gobierno, José Julián Gregorio.

En torno a las cuatro de la tarde llegaban los féretros con los restos mortales de las tres adolescentes, que fueron introducidos en la iglesia a hombros por sus familiares.

El silencio del momento sólo se rompiço con los llantos y gritos de dolor de sus madres y el aplauso de sus paisanos, que siguen sin comprender qué ha podido pasar para que este suceso haya tenido tan trágico desenlace.