Los humanos somos más crédulos que los robots y distribuimos mejor que las máquinas los bulos. Así lo han comprobado numéricamente investigadores del MIT, que han analizado los mecanismos técnicos y psicológicos que llevan a que se distribuyan viralmente las noticias falsas en Twitter. De hecho, han comprobado que en Twitter corren más rápido las mentiras o los rumores que las verdades. Un 70% más.

«Los bulos se difunden más rápido, llegan a más gente y calan más hondo que las informaciones verificadas en cualquier tipo de tema», asegura Sinan Aral, profesor del MIT Sloan School of Management y coautor del estudio con otros dos investigadores del centro, en un estudio publicado en la revista Science.

Además, descubrieron que no son los robots (más o menos orquestados) quienes difunden los bulos sino usuarios bienintencionados. Los investigadores crearon varios paneles de análisis con cuentas automatizadas y otras humanas y vieron cómo las historias falsas tenían un 70% más de probabilidades para ser compartidas que las auténticas, y que una noticia cierta requería seis veces más tiempo para alcanzar un número de visitas que un bulo. Además, si iban incluidas en hilos de conversación (es decir, con argumentos), las mentiras se difundían el doble de rápido.