Tras el escándalo de cómo la propaganda rusa había manipulado las redes sociales en Estados Unidos, Twitter ha anunciado que vetará el uso de robots para automatizar el envío de mensajes. Los robots o bots son cuentas que simulan ser de personas reales pero que han sido creadas por empresas o grupos para difundir mensajes, la mayoría de las veces políticos o publicitarios, o para inflar el número de seguidores de alguien. Para las redes sociales y para las marcas son un fraude porque generan una sensación artificial de alcance de un mensaje o de importancia de algo o alguien (caso de los falsos influencers, por ejemplo)

La plataforma que dirige Jack Dorsey ha publicado un artículo en su blog corporativo en el que recuerda que «se prohibe cualquier intento de usar automatización para el propósito de publicar o difundir spam y que ese comportamiento puede acabar en medidas disciplinarias».

La empresa recuerda que el pasado enero ya anunciaron que habría cambios para limitar la capacidad de usar varias cuentas desde un único usuario, algo que realizan varios servicios como Tweetdeck, que compró Twitter hace unos años, o el muy popular gestor de redes sociales Hootsuite. Twitter desvela que comenzaron entonces a implantar esos cambios, que comunicaron a sus desarrolladores. La platorma pasa a prohibir que se publique el mismo mensaje (o «sustancialmente parecido») desde varias cuentas, se le dé al botón de Me gusta o se retuitee, incluso que se programen estas acciones, si lo realiza un mismo usuario.

El tema del usuario es clave. La plataforma considera idénticas las cuentas que utilicen varios nombres y la misma etiqueta y las frena para evitar que se creen trending topics artificialmente. Twitter genera trending topics cuando muchos usuarios emiten mensajes con la misma etiqueta. El anuncio afecta solo a Tweetdeck. La medida ha provocado ya las iras de grupos conservadores de EEUU que dicen haber perdido «cientos de seguidores» y que Twitter ha bloqueado cuentas «de personas reales».