El comité permanente de Plantas, Alimentación Animal y Alimentos, en el que se sientan representantes de los 28 Estados miembros y la Comisión Europea, respaldó ayer la prohibición del uso al aire libre de tres pesticidas considerados peligrosos para las abejas.

Una mayoría de estados apoyó la propuesta de la Comisión Europea que permitirá restringir aún más la utilización de clotianidina, imidacloprid y tiametoxam. Se trata de tres sustancias neurotóxicas, producidas por el fabricante alemán Bayer y la suiza Syngenta, que atacan el sistema nervioso de los insectos y cuyo uso ya estaba restringido desde el 2013, a raíz de una primera evaluación negativa de la Agencia Europea para la Seguridad Alimentaria (EFSA en sus siglas en inglés).

La agencia volvió a confirmar su opinión en febrero y el colegio de comisarios discutió la propuesta el pasado 29 de marzo. El plan, que va más allá del adoptado en el 2013, incluye la prohibición de cualquier uso exterior de los tres citados pesticidas, que solo podrán utilizarse en invernaderos donde no haya riesgo de exposición para las abejas.

La agencia volvió a confirmar su opinión en febrero y el colegio de comisarios discutió la propuesta el pasado 29 de marzo, un mes después de que la Eurocámara aprobara una extensa resolución sobre la protección de la apicultura y tras una intensa campaña de medio centenar de oenegés. El plan, que va más allá del adoptado en el 2013, incluye la prohibición de cualquier uso exterior de los tres citados pesticidas, que solo podrán utilizarse en invernaderos donde no haya riesgo de exposición para las abejas.

La propuesta fue adoptada tras el apoyo recibido de una mayoría cualificada de Estados miembros que representan el 76,1% de la población europea. España, según confirmaron fuentes diplomáticas, ha votado a favor de la prohibición lo mismo que Francia, Alemania, Holanda, Reino Unido, Italia, Austria, Suecia, Grecia, Portugal, Irlanda, Eslovenia, Estonia, Chipre, Luxemburgo y Malta. Solo cuatro países votaron en contra de la prohibición (República checa, Dinamarca, Hungría y Rumanía), mientras que ocho, entre ellos Bélgica, se abstuvieron.

La Comisión Europea recibió la decisión con satisfacción porque «la salud de las abejas sigue siendo de una importancia crucial» debido a que «afecta a la biodiversidad, la producción alimentaria y el medioambiente», valoró el comisario de Salud y Seguridad Alimentaria, Vytenis Andriukaitis. Su jefe, Jean-Claude Juncker, proclamó el año pasado su amor a las abejas y convirtió la necesidad de protegerlas en un objetivo prioritario.

APLAUSO DE LOS ECOLOGISTAS

Más allá del Ejecutivo comunitario, organizaciones ecologistas como Greenpeace valoraron muy positivamente la decisión que definen de «buena noticia para los polinizadores y el medio ambiente». Ahora, señaló la organización, lo que la Unión Europea (UE) debería hacer es garantizar que estos pesticidas no son sustituidos por otros igual de peligrosos porque las abejas y otros polinizadores son vitales para la producción alimentaria. Según los ecologistas, que achacan el declive en la población de abejas a la utilización de estos y otros pesticidas, un tercio de los cultivos alimentarios a nivel mundial dependen directamente de la polinización natural de abejas y otros animales.

También aplaudió la decisión la oenegé Amigos de la Tierra que consideran el resultado de «victoria para la ciencia, el sentido común y nuestras abejas amenazadas», resumió Emi Murphy. «La evidencia de que los plaguicidas neonicotinoides representan una amenaza para nuestras abejas es abrumadora», aseguró. El reglamento será aprobado en los próximos días y la Comisión Europea confía en que entre en vigor para finales de año. El asunto está, no obstante, judicializado y a la espera de sentencia. Las dos empresas comercializadoras de los tres neonicotinoides, Bayer y Syngenta, denunciaron las restricciones impuestas en el 2013 ante el Tribunal de la UE y los jueces tienen previsto pronunciarse el próximo 17 de mayo.

LAMENTOS DE BAYER

La empresa alemana lamentó la decisión de no esperar al veredicto y calificó el día de hoy como «una mala noticia para el sector agrícola europeo y el medioambiente» porque además «no mejorará la salud de las abejas y otros polinizadores», valoraron a través de un comunicado. Según Bayer, cuando los neonicotinoides se usan de acuerdo con las instrucciones de la etiqueta son seguros mientras que la decisión reducirá la capacidad de los agricultores de luchar contra plagas importantes para muchas de las cuáles no hay alternativas.