Un grupo internacional de investigadores ha identificado 16 nuevas características genéticas asociadas con el riesgo de presentar hipertensión arterial en población de origen europeo. El riesgo derivado de estas particularidades genéticas es pequeño, pero aumenta si una persona posee varias acumuladas, destacan los autores. En el trabajo, coordinado por Consorcio Internacional para el Estudio de la Presión Arterial (ICBP), han participado 234 instituciones de 24 países. Los resultados se publicaron ayer en artículos en las revistas científicas Nature y Nature Genetics.

Las nuevas características encontradas, conocidas técnicamente como loci, se suman a otras 13 ya conocidas. "Se han identificado 16 nuevas zonas del ADN asociadas con una mayor probabilidad de presentar cifras elevadas de presión arterial, de modo que en la actualidad conocemos 29", relatan Roberto Elosua y Gavin Lucas, del grupo de investigación en epidemiología y genética cardiovascular. En cualquier caso, estas características genéticas explican únicamente el 1% de las diferencias de la presión arterial que existen entre individuos.

Las 29 variantes conocidas hasta ahora están a su vez relacionadas con el riesgo de presentar hipertrofia ventricular (enfermedad cardiaca consistente en un aumento del grosor del músculo cardíaco), ictus o accidente cerebral e infarto de miocardio. "A mayor número de estas características genéticas de riesgo, mayor probabilidad de presentar ictus e infarto de miocardio".

Los científicos afirman que uno de los "resultados más sorprendentes" es que estas variantes no se asocian con la presencia de insuficiencia renal, "lo que sugiere que la hipertensión es una consecuencia pero no una causa de la patología renal". La hipertensión es el factor de riesgo cardiovascular más frecuente en España: los estudios indican que el 47% de los hombres y el 39% de las mujeres de 35 a 74 años presentan hipertensión.