La prueba de Matemáticas de la selectividad se convirtió ayer en una auténtica ceremonia de la confusión. La primera pregunta del examen, en la que los alumnos tenían que resolver un sistema de ecuaciones lineales, se complicó más de lo previsto cuando, transcurridos 20 minutos desde el inicio de la prueba, los examinadores comunicaron a los estudiantes que tenían que modificar el enunciado. «Se les dijo que allí donde ponía 2x tenían que corregir la x y sustituirla por una z», explicaba anoche el padre de una de las alumnas afectadas. «A la gente que ya había hecho el ejercicio, se le dijo que, si al final tenían tiempo, lo repitieran usando la nueva incógnita», señaló.

Y ahí empezó el gran lío. Según narraron otros estudiantes que hicieron el examen, tras la entrada en el aula del examinador, se vivieron momentos de nervios. «Muchos estudiantes se bloquearon y empezaron a llorar», describió Núria Molina, estudiante del instituto La Pineda de L'Hospitalet. Todos los afectados que ayer se pusieron en contacto con este diario se quejaron no tanto de la dificultad de la prueba, que también, como del desconcierto que ese incidente añadió al examen. «No es justo volver a repetir un ejercicio porque no han revisado un enunciado, y tener que hacerlo a contrarreloj, eso desconcentra y desestabiliza», protestó Jiaqi Cheng, un estudiante de Gavà.

En algunos casos los examinadores dieron más tiempo para efectuar el examen. En otros casos, el plazo de tiempo fue el inicialmente previsto, es decir, una hora y media, y se instó a los alumnos a poner una nota en la que señalaban que habían efectuado el examen siguiendo el enunciado original. Ahora, la duda para alumnos, padres y profesores es con qué criterio se corregirá el ejercicio en cuestión.

«SE DARÁ POR VÁLIDA»

Pese a que la Oficina de Organización de las Pruebas de Acceso a la Universidad comunicó a los profesores correctores que «en el enunciado de la primera prueba, por un error técnico, la tercera ecuación del sistema ha salido diferente», el Consell Interuniversitari de Catalunya (CIC), el organismo que organiza y coordina la selectividad, negó anoche que hubiera tal error. «La ecuación podía resolverse de las dos maneras: tanto si se consideraba la x como si se tomaba como referencia la z», explicó un portavoz. A la hora de poner nota, «la pregunta [que valía 2 puntos sobre 10] se dará por válida solo con que hayan demostrado que saben realizar el proceso para solucionarla, más allá de cuál sea la vía que han tomado», afirmaron las mismas fuentes. Así, pueden estar tranquilos los alumnos que hayan respondido que a es igual a 3 y a -9/2; que el resultado de b es 1 o -1/2, y que el parámetro c es equivalente tanto a 2 como a -5/2.

La situación no se produjo en todos los tribunales de selectividad constituidos en Catalunya (hay 21, en total), por lo que es posible que muchos estudiantes se fueran anoche a la cama sin tener idea del caos generado en otros lugares. «Es posible que haya habido lugares en que las personas responsables de la vigilancia hayan parado unos minutos la prueba y, por eso, a esos alumnos se les habría dado algo más de tiempo para terminar», argumentó el portavoz del CIC.

DESCONCENTRADOS

«Pero no se trata solo de eso, ha habido mucha gente que ha perdido por completo la concentración, en un examen de contenido muy complejo y muy largo. Son chicos, además, que aspiran a carreras científico-técnicas para las que se piden las notas de corte más altas», protestó otro padre.

«Es indignante para unos alumnos que hace días que se preparan que esta prueba», decía Helena Antó, profesora de Matemáticas del instituto Premià de Mar, en una carta enviada a EL PERIÓDICO.

Más allá de este monumental lío con el examen de Matemáticas, la opinión general de los estudiantes es que la prueba de selectividad no está siendo para tanto. Por ejemplo, en Inglés, en el que los estudiantes tuvieron que redactar un artículo de opinión en la prueba de expresión escrita sobre los resultados de los alumnos españoles en las pruebas PISA y proponer mejoras para el sistema educativo en relación al profesorado y a las materias.

En este mismo ejercicio los estudiantes también tuvieron que escribir una carta a sus familiares como si fueran un estudiante de Shanghái que visita Catalunya, sobre el sistema educativo catalán y los hábitos de estudio de los alumnos autóctonos. Un año más, el tradicional pulso entre Historia y Filosofía se impuso esta última con el 55 %.