Los Mossos d´Esquadra desmantelaron el martes pasado un taller de confección en Badalona (Barcelona) en el que trabajaban de forma ilegal una veintena de personas de nacionalidad china que eran explotadas por tres individuos del mismo país. Entre el material requisado, los agentes encontraron abundantes prendas de ropa de las marcas Zara y Bershka, del grupo gallego Inditex.

El juez que instruye el caso ordenó ayer por la tarde el ingreso en prisión de los tres presuntos explotadores por un delito contra los derechos de los trabajadores.

El taller de confección ilegal estaba situado en la calle de Joan Sebasti Bach. El registro del local, que se realizó conjuntamente con los responsables de la Inspección de Trabajo, constató que allí se realizaba una fabricación textil clandestina y que los empleados, la mitad de ellos sin permisos de residencia ni laboral, vivían en el mismo inmueble en unas condiciones "inhumanas".

17 CENTIMOS LA PIEZA Los trabajadores apenas salían del local. Sus jornadas laborales eran de 16 horas diarias los siete días de la semana. Además, sólo cobraban 17 céntimos de euro (28 pesetas) por cada pieza que confeccionaban.

Un portavoz del grupo Inditex aseguró ayer que la firma dispone de una serie de proveedores, propietarios de talleres, que son los encargados de elaborar las prendas de las diferentes marcas. "Tienen prohibido subcontratar a otros talleres, aunque el caso de Badalona demuestra que algunos lo hacen", aseguró el portavoz del grupo gallego.

La firma tiene inspectores que se encargan de visitar "por sorpresa" los talleres que trabajan para ellos. "Pero no podemos poner un policía en cada local", advirtió el portavoz de Inditex.