El Hospital Vall d'Hebron de Barcelona ha abierto una Unidad de Parálisis Facial que utiliza una técnica mínimamente invasiva para tratar la parálisis facial que no deja cicatrices, acorta el postoperatorio y reduce las molestias, ha informado este jueves el hospital en un comunicado.

Se trata de realizar solo dos pequeñas incisiones, una detrás de la oreja y la otra en el interior de la boca del paciente, para reparar la boca del paciente, reparar el nervio facial y permitir la recuperación de la movilidad de la cara. Esta unidad funciona desde octubre.

Los profesionales de la unidad, que integra varios servicios del hospital, utilizan una combinación de endoscopia, microcirugía reparadora y cirugía plástica de autotrasplante de tejidos, musculatura y nervios para tratar a los pacientes.

MENOR INFLAMACIÓN

Según el jefe del Servicio de Cirugía Plástica y Quemados del Vall d'Hebron, Joan Pere Barret, se realiza una "técnica muy compleja, de tercer nivel", que implica realizar un trasplante de nervios o de nervios y músculo de la pierna del paciente a la cara.

A diferencia de la técnica habitual, que deja una gran cicatriz en la cara, en este caso solo se realizan dos cortes pequeños que quedan escondidos a la vista, además de que la inflamación y el edema posteriores son menores, se reduce el dolor y avanza el alta del hospital.

En la intervención participan dos cirujanos plásticos, dos residentes en cirugía plástica, un anestesiólogo y residente en anestesiología y dos profesionales de enfermería.

ENTRE 15 Y 45 PERSONAS POR 100.000 HABITANTES

Esta patología tiene una incidencia de entre 15 y 45 personas por cada 100.000 habitantes; de todas ellas un 30% no conseguirá una recuperación completa. La parálisis facial es invalidante y pone en peligro el ojo, altera el habla y dificulta la alimentación, y tiene un impacto psicológico y emocional muy importante.