El debate sobre el uso de los teléfonos móviles en los centros educativos está en la calle. El Ministerio de Educación estudia su posible prohibición siguiendo el ejemplo de Francia, que ya ha vetado su uso este curso. La medida es apoyada por varias asociaciones de padres y docentes, aunque otras son partidarias de que sean los centros los que decidan tal y como ocurre ahora.

La ministra de Educación, Isabel Celaá, explicó en una entrevista concedida a Efe que han encontrado «opiniones fuertemente encontradas» sobre una cuestión que considera «muy interesante» y a estudiar, especialmente porque «tenemos demasiados adolescentes muy adictos a la tecnología».

El presidente de la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (Concapa), Pedro José Caballero, es favorable a la prohibición de móviles y se ha ofrecido a trabajar con el Ministerio para estudiar alternativas que permitan aprovechar las nuevas tecnologías en las clases. A su juicio, el uso de móviles está detrás de una buena parte de los casos de acoso escolar y alude a distintos estudios que aseguran que el abuso de estos dispositivos está detrás de 15% de los casos de fracaso escolar y del bajo rendimiento de los menores en el colegio. «Queremos que se regule y cuanto antes mejor», afirmó.

Mientras, para el presidente de la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), Antonio Rodríguez-Campra, la opinión mayoritaria en los colegios que ellos agrupan es que «los móviles no aportan nada, perjudican bastante e influyen en la distracción de los alumnos». «En los colegios (en muchos concertados y privados) donde no se permite que haya móvil se ha comprobado que los resultados académicos han mejorado», zanjó.

UGT, en cambio, se muestra contraria a una ley como la que rige en Francia. «Creemos que debería ser una competencia de los centros decidir cómo se utilizan los móviles» dentro del proyecto de cada uno y de acuerdo con la comunidad educativa en la que intervienen los profesores, alumnos, padres y el personal de administración.

Para el Sindicato de Estudiantes no existe «gran problema» en las aulas por el uso de los móviles, «pero sí hay grandes problemas educativos por la falta de recursos».

El psicólogo educativo Jesús Ramírez considera que «el uso controlado es lo más adecuado» porque facilita en gran medida la búsqueda de información y siempre que se regule su uso resulta muy positivo. «Naturalmente, en el aula no se deben utilizar los móviles salvo que el profesor lo requiera, por ejemplo, para regular tiempos o calcular fórmulas», dijo.