La nevada se ha cebado esta vez en los viajeros del ferrocarril. Un total de 51 pasajeros que viajaban en el Alvia Bilbao-Barcelona permanecieron ayer aislados y sin calefacción durante casi cuatro horas en Inoso (Álava) hasta que han sido rescatados en todoterrenos por la Cruz Roja. La avería se debió a la caída de un árbol de grandes dimensiones sobre la catenaria causada por la nieve en una zona de bosque entre Orduña (Vizcaya) y Miranda de Ebro (Burgos). El corte de fluido empezó a las 7.40 horas y los todoterrenos no pudieron llegar al lugar donde se quedó parado el tren hasta las 11.27 horas. Una vez fuera del terreno montañoso, los afectados fueron trasladados en autobuses fletados por la compañía ferroviaria hasta Zaragoza, desde donde algunos continuaron viaje en tren hasta Barcelona en el AVE y otros se desplazaron a destinos anteriores en autocar.

Aunque con una incidencia mucho menor que la que causó un enorme caos el pasado día de Reyes, el temporal también afectó a la autopista AP-6. Decenas de vehículos, sobre todo camiones, quedaron atrapados al cortar sus accesos la Dirección General de Tráfico (DGT) por «hielo negro» desde el kilómetro 47, en Guadarrama, hasta el kilómetro 80, en Segovia. «Cortada en ambos sentidos. Advertencia: intransitable», tuiteó a primera hora de la mañana, poco después de conocerse la noticia, el director general de la DGT, Gregorio Serrano. Aunque la carretera se reabrió en torno a las nueve de la mañana, las quejas de los conductores se volvieron a dejar sentir en Twitter.

Mucha gente no entendía cómo se cortaba una vía con apenas dos centímetros o por qué no había echado sal Iberpistas.

ACTIVIDAD FRENÉTICA

Desde el primer momento, tanto Serrano como el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, se mostraron muy activos para evidenciar que, al contrario de lo que ocurrió con el caos de Reyes, en el que quedaron atrapados 3.000 vehículos, esta vez han estado al pie del cañón. Iberpistas, filial de Abertis, aún espera la resolución de los dos expedientes sancionadores abiertos por el Ministerio de Fomento, aunque por el ministro, Íñigo de la Serna, se han enterado de que la Unidad Militar de Emergencias (UME) no les cobrará los gastos por los trabajos de la madrugada del día 7. Su actuación fue clave para liberar a los más de 3.000 conductores atrapados en el caos de la AP-6, según De la Serna.