Nuevo día marcado en negro en la triste estadística que recoge los asesinatos machistas. Una mujer de 42 años murió a primera hora de ayer en Arroyo de la Luz (Cáceres) por las heridas causadas con un arma blanca presuntamente por su marido, quien ha sido detenido y ha tenido que ser tambien atendido por heridas de arma blanca.

Los hechos ocurrieron en torno a las siete de la mañana tras una discusión en el domicilio familiar. El matrimonio tiene dos hijas de 12 y 9 años, que se han quedado al cuidado de los abuelos paternos. Y, como en tantas otras ocasiones, no existían denuncias previas por maltrato.

La pareja se había casado hace 14 años, él era natural del municipio de Cáceres y ella había nacido en Villabona (Guipúzcoa), aunque desde joven veraneaba en dicho pueblo, donde conoció a su pareja.

El hombre, que está detenido, presentaba varias heridas, una de ellas de arma blanca de 3 centímetros en la región torácica izquierda con neumotórax, por lo que se le puso una sonda de drenaje en los pulmones, y erosiones leves y superficiales por arma blanca en cara, cuello, brazos y piernas, en un número aún sin precisar, entre seis y siete.

El detenido está estable y consciente, su pronóstico es reservado, está pendiente de evolución y no hay riesgo vital, salvo complicaciones. El Gobierno extremeño condenó ayer el «asesinato machista» de Sofía Tato. Se trata de la víctima mortal número 36 en lo que va de año, siete más que en el mismo periodo del año anterior. Y eso que aún hay tres casos en investigación y que antes de que finalice 2017 podrían engrosar la trágica lista.

HERIDA EN MADRID / Además, en Madrid una mujer de 35 años resultó herida grave tras recibir seis cuchilladas en el cuello, el torso y la cabeza por parte de su pareja, un hombre de 43 años que fue detenido. El presunto agresor la esperó en el rellano de la escalera y en torno a las 8.50 horas la atacó cuando esta salió de casa. La mujer, cuya vida no corre peligro, fue atendida en un primer momento por agentes de la policía municial, quienes taponaron las heridas que sufría en el cuello para salvar su herida.

La mujer, de nacionalidad española, igual que su agresor, sufrió además lesiones en brazos y manos como consecuencia de haberse defendido de las cuchilladas. Al igual que en el caso extremeño, la mujer nunca había presentado una denuncia contra su agresor.