El ministro de Interior Juan Ignacio Zoido aseguró ayer que la agresión sufrida este fin de semana por nueve agentes de la Guardia Civil en Algeciras (Cádiz) no tiene que ver con una represalia de narcotraficantes o vecinos que colaboran con ellos, señalando que se trató de un caso de «vandalismo o violencia callejera» porque «el tumulto se originó antes de que los agresores supieran eran guardias civiles» y cuando éstos se identificaron, siguieron golpeándoles. La Policía Nacional identificó a 40 personas y detuvo a seis.

Los detenidos son Manuel R.S, que fue arrestado el domingo en su casa tras ser identificado por uno de los dos sargentos que fueron agredidos junto con otros siete guardias civiles, otras tres personas que fueron arrestadas durante la mañana y dos más por la tarde. Se les imputan delitos de atentado contra agente de la autoridad, desordenes públicos y riña tumultuaria. Zoido trató de desvincular lo ocurrido de cualquier represalia vinculada a las actuaciones policiales contra el narcotráfico de los últimos meses, insistiendo en que «no habrá impunidad contra quienes trafican con droga».

VÍCTIMA INFANTIL

Un niño murió ayer en la playa de Getares, en Algeciras, al pasarle por encima una embarcación rápida similar a las que se usan para el desembarco de droga. A pesar de que a primera hora de la tarde se especulaba con que se tratara de una narcolancha, este punto fue descartado por fuentes de Interior.

El siniestro se produjo sobre las cinco de la tarde cuando la embarcación de recreo en la que navegaban padre e hijo por las inmediaciones de la playa de Getares fue arrollada por una neumática semirrígida. Agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional detuvieron a dos personas por su presunta relación con la muerte del menor. El padre del niño resultó herido.