Conocer a Paco Lobatón le ha cambiado la vida. El expresentador de ¿Quién sabe dónde? pasó por el País Vasco y se fijó en las cualidades de esta guapa periodista nacida en Baracaldo hace 38 años. Enseguida pensó en ella para cederle el testigo en Desaparecidos, el nuevo programa de TVE con el que Lobatón vuelve a las andadas. Lo compagina con los informativos de Telemadrid.

-En los años 90 se decía aquello de «no te va a encontrar ni Paco Lobatón». ¿Cree que ahora se dirá «no te va a encontrar ni Silvia Intxaurrondo»?

-No sé, pero decir Intxaurrondo tiene miga [ríe].

-¿Era espectadora de ‘¿Quién sabe dónde?’.

-Sí, claro. Paco Lobatón entró en mi casa por la tele. Yo nací en 1979. Luego nos conocimos personalmente hace un par de años en ETB. Él pasaba por el País Vasco para hacer un encuentro con desaparecidos y tuve suerte de hablar con él. Lo cierto es que hubo química y conectamos enseguida. Luego me invitó al foro que convocó en el 2016 sobre el tratamiento informativo. Ahí conocí piel con piel la realidad de las desapariciones: las familias, el trabajo de las fuerzas de seguridad, las dudas de los periodistas… A raíz de ese foro se pone en marcha la guía de buenas prácticas periodísticas.

-¿Cómo fue su primer contacto con las familias?

-En ese foro hubo familiares, sobre todo vascos, que me pidieron ayuda para buscar a desaparecidos. Les dije que estaba encantada, porque me encontré cara a cara con una realidad que yo había tratado como una noticia, pero en la que no me había implicado emocionalmente. Ahí descubrí la emoción de la gente, la fuerza y la lucha de los familiares, la forma de investigar y la forma de tratar esas informaciones.

-¿Cree que el papel de Paco Lobatón en el programa es el adecuado?

-Yo presento el programa y Paco interviene también. Me encanta que esté presente porque no llevamos solo su sello como director, sino también como gran periodista y entrevistador.

-¿Participa usted también en las investigaciones o se limita a presentar?

-En un programa como este, uno no se puede limitar a contar las cosas. Yo me sé perfectamente cada una de las historias que presento y hablo con los familiares. La labor de documentación que hace el equipo es impresionante. Manejamos muchas veces pistas y no te puedes limitar a leer y dar paso a un vídeo.

-Debe de ser difícil sustraerse a la emoción que provoca esa cercanía con los casos…

-Sí, mucho. Somos periodistas que, aparte de investigar, hablamos con las familias y tenemos que darles calor. Tenemos que preguntarles cuándo fue la última vez que lo vieron, la última pista, cómo es su relación con los investigadores...

-¿No le da vértigo entrar a competir con las grandes cadenas en el ‘prime time’?

-Ya me enfrenté a un prime time en Cuatro con Un tiempo nuevo. Lo único que me planteo es que nuestro trabajo sea bueno. Y que sea muy cuidadoso con las emociones. No pienso en presentar un prime time, sino en localizar a gente.

-¿Va a continuar presentando los informativos de fin de semana de Telemadrid?

-Sí. Me siento muy afortunada de estar en dos proyectos que me llenan. Tendré que trabajar mucho.

-¿Qué es lo que nunca haría como periodista?

-Dentro de esta profesión uno se traza el camino eligiendo proyectos y descartando otros. Los que descartamos los sabe uno, y no deben salir nunca de ahí. Solo muestro los que he elegido. Y por ahí se puede ver clarísimamente mi trayectoria.

-¿Por qué cree que los programas sobre desparecidos interesan tanto a la gente?

-Porque generan empatía. Es muy fácil ponerse en el lugar de una familia a la que le ha desaparecido un ser querido. Pero vamos a ser muy cuidadosos con la información y con las emociones porque sabemos el dolor que sufren las familias.