Puede costar creerlo, pero Katherine Langford (Perth, Australia, 1996) solo había rodado un corto (un buen corto, Daughter, proyectado en Cannes) antes de rodar Por 13 razones. Sorprendió a propios y extraños con su matizada interpretación de Hannah Baker, una adolescente movida hacia la peor decisión imaginable a causa del bullying y una violación. Ahora vuelve a encarnar a la suicida Hannah en la segunda temporada de Por 13 razones que ofrece Netflix.

-¿Qué sintió cuando supo que la necesitaban de nuevo para la segunda entrega?

-La pregunta que me hacía todo el mundo es: «Pero, ¿qué haces esta temporada?». Y yo misma no sabía contestar. Después de saberlo y de haber rodado casi toda la segunda temporada, me siento contenta de haber vuelto.

-¿Queda mucho por contar sobre Hannah?

-En la primera temporada, contamos su historia de forma tan exhaustiva que, desde luego, me parecía extraño ser ella otra vez. No sabía cómo acabaría todo, ni cuál era exactamente la historia. Fuimos viendo lo que funcionaba, lo que no nos parecía bien… Y, tras muchos retoques, creo que hemos completado un retrato muy complejo del personaje.

-Si la serie fue un fenómeno, fue en parte porque hablaba de cosas de las que no se suele hablar, y que preocupan a mucha gente. Los abusos emocionales y físicos, el problema del suicidio. ¿Sentían mucha responsabilidad?

-Yo empecé a usar las redes sociales por Hannah. Tenía mis propias ideas, muy férreas, sobre lo que significa ser actor, y no me atraían las redes sociales; quería concentrarme en la interpretación. Pero cuando haces una serie así, has de aceptar la responsabilidad. Yo quería estar ahí para cualquiera que se sintiera identificada con Hannah. Estar ahí para esas personas en una plataforma que creía accesible.

-Es un trabajo como terapeuta que ha tenido que añadir a su labor como actriz.

-Es un asunto peliagudo, porque tengo veinte años, no soy ninguna experta. Solo puedo ayudar hasta cierto punto. Lo que trato de hacer con las redes sociales es, sobre todo, pasar enlaces útiles a la gente. Y tratar de dejar claro que siempre existe ayuda ahí afuera.

-En la recta final de la primera temporada tenía escenas muy difíciles. Por entonces, además, era una actriz poco experimentada. ¿Fue difícil?

-Tenía muchas escenas difíciles de hacer, no solo por el contenido, sino también porque se hacen muchas tomas y debía repetirlas sin parar. Sería raro que me ofrecieran un papel más difícil en toda mi vida. Pero también será difícil que consiga uno mejor.

-Sin caer en mucho ‘spoiler’, ¿qué nos espera en la nueva temporada de ‘Por 13 razones’? Respecto de su personaje de Hannah, sobre todo.

-De Hannah, en realidad, no hay mucho más que decir. Sobre todo, seguimos la vida de otra gente y vemos cómo les afectaron los acontecimientos de la primera temporada. En la segunda, la imagen de Hannah se destruye, se reconstruye, se remodela… Para presentar lo mejor y lo peor de ella. Mostramos tantas facetas que al final te preguntas quién era realmente. Oiréis cosas de Hannah que os incomodarán, o sorprenderán, o chocarán. Pero te das cuenta que todo eso da igual: no se merecía lo que le pasó.

-¿Entonces la Hannah de las cintas no contaba realmente la verdad?

-Eso es algo que el telespectador se preguntará ahora: si decía la verdad. Digamos que contaba su verdad y ahora otra gente cuenta la suya.

-¿Y no tenéis algo de miedo a los fans? Quizá ellos no quieren que nadie les cambie su visión de los personajes.

-La idea, cuando volvimos, era no tratar de repetir lo mismo, sino de hacer algo que tuviera un efecto parecido. Brian [Yorkey, creador de la serie] quería buscar la misma verdad. No sé cómo responderá la gente, pero creo que esta temporada podría tener un gran impacto. O igual divide más, no lo sé. Eso tampoco sería malo.