Cada vez las mujeres tienen a sus hijos más tarde y otras renuncian a ello, en muchos casos por la dificultad de conciliar vida familiar y laboral. En Aragón, en 1990, el 41% de las madres tenía su primer hijo entre los 25 y 29 años. En el 2016, la cifra se redujo al 17%, atrasando la edad de la maternidad (36% entre los 30 y 34 años, y 39% con más de 35 años). La responsabilidad de la crianza sigue recayendo sobre la mujer. El 98% de los trabajadores que solicitaron la prestación de maternidad fueron féminas (7.581 féminas frente a 150 hombres).

La Confederación de Empresarios de Aragón (CEOE) comparte el objetivo de lograr la igualdad entre mujeres y hombres pero rechaza que se reivindique con una huelga como la convocada para el próximo 8 de marzo, ya que entiende que «no es la vía adecuada». En una nota, la organización destaca que «la desigualdad que se refleja en el ámbito laboral deriva básicamente de los roles sociales que prevalecen y que marcan la orientación formativa y laboral, la asunción de responsabilidades y tareas familiares, así como la incorporación al mercado laboral».

Solo el 31,9% del personal docente e investigador funcionario de la Universidad de Zaragoza son mujeres y cuanto más alta es la categoría, más grande es la brecha. Así se recoge en un informe de diagnóstico elaborado por la propia universidad, en el que se indica que la categoría CU, la más alta, está compuesta por un 20% de mujeres. Dentro de este grupo, solo un 3% de las profesoras llega a ser catedrática frente a un 10% de los hombres. Sin embargo, la feminización se observa en el personal administrativo, formado por mujeres en un 59,4%.

La representación política municipal en Aragón suspende en igualdad de sexos aunque cada vez hay una presencia femenina mayor. En el 2015, el 81,5% de los ayuntamientos y el 70,4% de las concejalías de la comunidad estaban lideradas por hombres. Mientras las diputaciones provinciales estaban formadas en un 67,50% por varones, las Cortes de Aragón alcanzaban la paridad. Por otro lado, la representación política aragonesa en el Congreso estaba formada en un 23,1% por mujeres y en un 50% de féminas el Senado.