También se plantea la creación de un Observatorio de Menores y Alcohol, con participación de todos los agentes implicados que estén llamados a formar parte de la solución, en el seno del Observatorio Nacional de Drogas y Adicciones. Apuesta por ampliar, en el ámbito judicial, equipos psicosociales en los juzgados de familia y menores y en juzgados de guardia.

El informe que establece las bases de la futura ley contra el consumo de alcohol en menores parte de los últimos datos de la ingesta entre jóvenes. «Son preocupantes», califica el documento. El objetivo «primordial» del proyecto es retrasar la edad de inicio en el consumo hasta los 18 años e incrementar la percepción social del riesgo de dicha acción entre la juventud.

La norma quiere revisar los impuestos especiales de todas las bebidas y establecerlos en relación con la cantidad de alcohol puro que contiene cada una de ellas. También limitará la publicidad y patrocinio en vía pública estableciendo un perímetro en torno a las cercanías de lugares destinados a menores. Se endurecerán las medidas contra cualquier tipo de local que venda alcohol a menores.

La ley quiere prohibir el consumo de bebidas alcohólicas en vía pública, lo que se conoce como botellón, salvo en terrazas o áreas autorizadas. También se quiere poner fin a las ‘happy hours’. Además, incluye sanciones a los padres de los menores que beban, y, en caso de reincidencia grave, si se demuestra una actitud negligente de ellos, se aplicaría la normativa de protección del menor.

La ponencia de estudio Menores sin Alcohol, creada hace un año en el seno de la Comisión Mixta, aprobó el informe el pasado 10 de abril con los votos favorables de PP, PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos. Fueron 44 votos a favor, ninguno en contra y dos abstenciones de ERC y PNV. Su transformación en ley queda en manos del Ministerio de Sanidad.