La muerte de Miguel Ángel Blanco aquella tarde del 12 de julio de 1997 sigue muy grabada en el recuerdo de los aragoneses. De los ciudadanos de a pie y de las personalidades del mundo de la política, la cultura, los deportes o la empresa. Hoy no es momento de polémicas y muchos se sumarán o apoyarán el minuto de silencio promovido por la federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). La capital aragonesa, Zaragoza, también lo hará, a las 12.00 horas en la plaza del Pilar. En «recuerdo a Miguel Ángel Blanco y a las víctimas de la violencia terrorista».

Esta plaza, la «más solemne, visible y representantiva» de la ciudad, es la misma donde hace 20 años miles de zaragozanos se congregaron de forma esponántea para pedir la liberación del concejal de Ermua. Así que es momento para un recuerdo «sentido y sincero» para él y para todas las víctimas, familiares y allegados, así como a la sociedad española «que se levantó democráticamente en defensa de la libertad, paz y convivencia».

Tras la polémica surgida en Madrid, los focos ayer miraban a otra de las llamadas ciudades del cambio. Su respuesta fue, además de sumarse a la FEMP, retirar la placa que recuerda a las víctimas del atentado de la Casa Cuartel de la Guardia Civil en la avenida Cataluña, ubicado en el parque de la Esperanza, para repararla en los próximos dos meses. Eliminar los desperfectos, incluir referencias que faltan y subsanar datos incorrectos. Y que luzca en diciembre, cuando se cumplirán 30 años de otro cruel atentado de ETA en Zaragoza.