Hablar de pobreza energética es hablar de la imposibilidad económica de mantener la casa caliente en invierno. El problema afecta cada vez a un mayor número de aragoneses debido a los niveles máximos de paro y el encarecimiento de los recibos de luz y gas, que han subido hasta un 70% en los últimos años. En concreto, unos 26.000 hogares de la comunidad --el 5,2% del total-- declararon que no pueden encender su calefacción por falta de recursos, según revela la última Encuesta de Condiciones de Vida que hizo pública el Instituto Nacional de Estadística (INE) hace un mes.

Aragón es la comunidad con un menor porcentaje de familias que no podían permitirse tener su casa caliente y se sitúa a gran distancia de la media de España, del 17,9%. Sin embargo, es también uno de los territorios donde más ha crecido. En el 2007 el número de familias que decía no tener "una temperatura suficientemente cálida durante los meses fríos" era de 11.400, menos de la mitad que ahora (26.000).

Estos datos ponen de manifiesto cómo la crisis ha hecho mella en las economías domésticas. Es más, según la citada encuesta, 40.000 familias aragonesas tienen problemas para cubrir los gastos generales de sus viviendas, el triple que un año antes.

En este contexto de deterioro de las condiciones de vida, las entidades sociales vienen alertando de este problema vinculado a la energía, una forma de pobreza que, aunque invisible, atrapa cada vez a más personas. Así lo constatan en el creciente número de consultas de afectados, la mayoría parados de larga duración o responsables de familias numerosas. Es el caso de Abdeslam, que está desesperado porque tiene tres hijos y solo pueden ducharse con agua caliente una vez a la semana. "Si tienen frío, solo puedo darles mantas. En casa no se pone calefacción", explicó a este diario.

Para paliar situaciones como esta, Zaragoza ha puesto en marcha un proyecto piloto pionero en España, promovido por Ecología y Desarrollo (Ecodes) en colaboración con el ayuntamiento, para ayudar a las familias que padecen este problema a reducir sus facturas y mejorar sus hábitos de consumo. La iniciativa, con el lema Ni un hogar sin energía, se activó hace dos meses y consiste en un estudio individualizado de quince viviendas desfavorecidas del barrio de San Pablo, con recomendaciones para lograr una mayor eficacia y reducir la factura de luz, explicó ayer la directora de Conversaciones de Ecodes, Cristina Monge.

MOVILIZACIONES

Precisamente, la falta de información es patente entre los afectados, que en muchos casos tienen contratadas potencias superiores a las que necesitan o desconocen la existencia del bono social. Esta es la principal herramienta con que cuentan los más vulnerables para hacer frente a los costes de energía y de la que se benefician 35.000 hogares en Aragón, según los datos facilitados por Endesa. Esta tarifa especial es inmune a las subidas de precios.

La compañía eléctrica asegura que no está percibiendo un incremento significativo de cortes de luz por morosidad, los cuales efectúa tras un recibo (cada dos meses) sin pagar. El consumo de electricidad en Aragón ha caído en los once primeros meses del año el 4,2% respecto al mismo periodo del 2012 entre los clientes domésticos y comerciales.

Por su parte, la Cumbre Social de Aragón, formada por 50 entidades --entre ellas UGT y CCOO-- anunció ayer que realizará movilizaciones contra la pobreza energética. Algunas organizaciones de consumidores han convocado por este motivo un "apagón" el próximo día 30 de diciembre a las 19 horas.