En lo que va de año han perdido la vida en las carreteras aragonesas un total de 27 personas, una cifra ligeramente inferior al mismo periodo del 2015 en el que se registraron 29 fallecidos. La última jornada trágica en lo que a accidentes de tráfico se refiere tuvo lugar el pasado 13 de agosto, en la A-121, en Ricla, y en la CV 841, en Utebo, en el que hubo dos víctimas, entre las cuales se encontraba un bombero de la DPZ, que murió tras colisionar su vehículo con un camión. En la capital aragonesa murió un ciclista, de 20 años, tras colisionar con un coche.