Esta es la cantidad de ingresos adicionales que le proporcionaría al Ayuntamiento de Zaragoza que la ordenanza del IBI no se modificara y se perpetrara el incremento medio del 5% en todos los recibos, residenciales y comerciales o industriales. Para un impuesto, el principal en las entidades locales, que reporta a la capital aragonesa cada año 157 millones de euros. Un incremento que es el que marcaba la ley estatal tras una revisión catastral como la que se realizó en Zaragoza en el año 2012. Sería el segundo incremento consecutivo para las viviendas más baratas.