Después de años con inumerables incidencias, paralizaciones, avances y retrasos, el alto del Monrepós pronto dejará de ser, al menos en su vertiente sur, un incómodo y peligroso obstáculo para los viajeros de la A-23. Con la apertura al tráfico este verano de ocho kilómetros nuevos de autovía en este puerto (de los aproximadamente 35 que tiene) y la próxima inauguración de otros 3,2 kilómetros, este eje carretero que une Sagunto con la frontera francesa en el Somport habrá sufrido un importante avance después de tres años sin ningún avance especial.

Antes de la apertura de estos nuevos tramos el pasado mes de julio, el único avance significativo de una carretera que ha tenido numerosas vicisitudes fue la apertura, en octubre del 2011, de los diez kilómetros que separan el oeste de Sabiñánigo de Jaca. Las obras en el Monrepós, iniciadas hace más de siete años, tienen un coste aproximado de 300 millones de euros.

COMPLEJIDAD TÉCNICA Este verano se ha abierto el tramo entre Nueno y el Congosto del Isuela, un recorrido de cinco kilómetros de especial dificultad técnica por la orografía del entorno y que ha tenido un coste superior a los 33 millones de euros y que permite acortar en varios minutos el trayecto, así como mejorar las condiciones de seguridad vial.

Pocos días antes, se había abierto parte de la variante de Sabiñánigo, justo al final del puerto en dirección a Jaca. Mucho más atrasados, ya que están en fase de proyecto, están los planes para cerrar la autovía a su paso por Sabiñánigo del sur al oeste. Lo mismo sucede en el descenso del puerto en los tramos de Caldearenas a Lanave y de ahí al embalse de Jabarrella, un total de 20 kilómetros que sufrieron diversos parones en el 2010 a consecuencia de la falta de créditos presupuestarios como consecuencia de la crisis. Sin embargo, en breve se retomaron y los efectos están a punto de comprobarse.

TROZOS EN OBRAS Durante la inauguración, hace quince días, del tramo entre Nueno y el Congosto del Isuela, el subsecretario de Fomento, Mario Garcés, anunció que en octubre se abrirían los tramos que llegan al Monrepós. La única nota negativa es que dejó para el 2016 --otras fuentes consideran que ya será en el 2017-- los tramos que discurren desde los túneles de la cota superior del puerto a Sabiñánigo. De hecho, de esos cuatro tramos, son tres los que están en obras, aunque a un ritmo lento de ejecución que solo se ha incrementado ligeramente en los últimos meses.

Este eje carretero es de vital importancia porque la A-23 une el puerto de Sagunto con Francia a través del túnel del Somport, recorriendo Aragón en todo su eje vertical, uniendo además las tres capitales de provincia. Solo falta para ser acabada los tramos más conflictivos, de Nueno a Jaca, algo que, casi 20 años después de los primeros trámites, empieza a estar más cerca.