¡Qué casualidad! Ahora resulta que cada vez que los medios recogemos testimonios de usuarios cabreados y afectados por las reservas del AVE (en días y horarios distintos) el problema está en los ordenadores. Con una red ferroviaria tan moderna y la informática no está a la altura. No sé que van a investigar el alcalde Belloch y la consejera Noeno, si todo está tan bien. Carrillo llegó, vio y cree que venció. Pero Aragón no es tierra de abundios. Periodista