Sorpresa. "Su acreditación ha sido anulada, debe volver a renovarla". El resultado, colas y más colas para conseguir el nuevo pase para acceder al recinto. Y muchos trabajadores, entre ellos los informáticos de El Faro o los del Circo del Sol, se quedaron en las puertas de Ranillas sin poder entrar. Hubo múltiples quejas y un notorio malestar entre muchos, sobre todo los que venían a trabajar, y que perdieron un par de horas en poner en regla las autorizaciones de entrada. Varios representantes de Expoagua tuvieron que dedicarse a solucionar y tratar de acelerar al máximo los trámites para permitir la entrada a Ranillas a todos aquellos que tuviesen que desempeñar diferentes funciones en su interior. Al final, todo quedó solucionado, pero se evidenció la falta de previsión de Expoagua.