Mención aparte merece el análisis que AENA realiza de la situación que atraviesa el aeropuerto de Huesca. Con un área de influencia en la que sería capaz de llegar a 1,5 millones de personas, a pesar de que a menos de 100 kilómetros tiene otros aeropuertos ya consolidados, lo cierto es que las estaciones de esquí y las buenas condiciones climatológicas para albergar escuelas de vuelo definen un potencial con el que se podría aspirar a darle actividad a la terminal. Y en este sentido las estrategias que se marcan para explorar en el futuro mercados que en el pasado dieron resultados. Así que propone sondear en Galicia y Reino Unido para atraer posibles rutas a la pista de Monflorite para el periodo invernal, y Menorca, Málaga y Palma para el verano.

Esta es su apuesta para remontar el vuelo de una terminal cuyos datos en el 2014 son testimoniales. Objetivos para los que también plantea acciones concretas. Así, AENA asegura que "se potenciará la realización de encuentros con operadores que, por la capacidad de la aeronave, pudiera ser viable la operación de estas líneas" en lo que se refiere a atraer a esquiadores a las estaciones del Pirineo entre diciembre y marzo, y también "con compañías" que pudieran ofrecer vuelos entre junio y septiembre a destinos turísticos como los que sugiere.

Lo trasladaron los responsables de AENA a la última reunión del Comité de Coordinación Aeroportuaria de Aragón, donde también presentaron un escenario desolador. En este, la pista de Monflorite está muy lejos de las 21.441 operaciones que se registraron en el 2009, "que coincidió con la mayor operativa de la escuela Top Fly", que en el 2011 suspendió su actividad y coincidió con la finalización de los vuelos comerciales en la época de invierno.

Pero mirando al futuro, AENA también plantea sondear el mercado "europeo y asiático" para ofrecer las instalaciones de Monflorite a compañías que puedan ver en ellas una posibilidad de negocio. Pero también explorar otras vías, como las de, según expuso en la reunión, "la actividad de mantenimiento de aeronaves", aprovechando, explicaron sus responsables, su "difícil implantación" en terminales de mayor tráfico aéreo. Seguir la línea que supone tener a firmas como Zorex, ya instalada en Huesca.