Representantes de asociaciones de afectados por las riadas del Ebro (Asafre) de Aragón, Navarra y La Rioja hana cordado pedir a los dirigentes políticos la reserva de partidas de los Presupuestos Generales del Estado para la limpieza y mantenimiento de la cuenca hidrográfica. Todos ellos se reunieron en Luceni para debatir sobre lo que ha pasado en los últimos 25 años para que cada vez con el mismo caudal o menor los daños de las avenidas sean mayores y proponer soluciones, con motivo de la crecida del Ebro de la última semana.

Según el vicepresidente de la asociación aragonesa, Luis Pablo Latorre, las tres comunidades han concluido que uno de los principales motivos de estas devastadoras crecidas se debe al cúmulo de áridos en el lecho del río y el estrechamiento del cauce en algunos tramos.

Latorre recordó que mientras antiguamente los pueblos ribereños podían extraer áridos para infraestructuras y maderas, las restricciones medioambientales han impedido estas labores y se ha producido una elevación del lecho. Y puso como ejemplo el estrechamiento que se ha producido en la desembocadura del río Arga en el Aragón antes de su salida al Ebro en el término de Falces (Navarra).

Entre las propuestas planteadas por los afectados está la de «limpiar el Ebro, no dragar» y en aquellos puntos donde hay estrechamientos que los ayuntamientos o constructores puedan extraer los áridos. Aunque no tienen concretados los puntos donde se producen estos cúmulos de ripio, Latorre apuntó que si la Administración les «invita a colaborar», están dispuestos a contratar técnicos externos para poder delimitarlos.

También piden un levantamiento de las medidas ambientales para acometer actuaciones puntuales y un equilibrio entre los márgenes de ambas riberas, así como de los tramos. Pero además consideran «fundamental» que los políticos se comprometan a través de los PGE a llevar a cabo estas obras y «digan cuál va a ser su postura» ante la situación del Ebro.

Latorre también valoró la gestión llevada a cabo en esta última crecida del Ebro, que ha provocado inundaciones similares a la de 2015, si bien incidió en los problemas del SAIH de la Confederación del Ebro, que estuvo un día sin dar las previsiones del aforo en Castejón y dos sin las de Zaragoza. Asimismo, consideró que deberían incluir previsiones aunque fuera con un margen de error y un nuevo punto de medición entre Castejón y Zaragoza, tras la desembocadura del Arba en el Ebro.