La primera jornada del Debate sobre el estado de la ciudad en el Ayuntamiento de Zaragoza sirvió para que Carlos Pérez Anadón se despojara definitivamente de su rol de portavoz socialista para asumir de lleno el de candidato para el 2015. Y lo hizo afrontando su primer cara a cara electoral con Eloy Suárez (PP) con un discurso basado en un futuro que puede empezar antes de la cita con las urnas y con medidas más ciudadanas. Tan indiscutible su utilidad como su difícil explicación de por qué no se ha hecho antes.

Y sobre ellas destacaron dos: un nuevo modelo de acceso a la vivienda que permita a una familia tener un piso donde vivir pagando solo 240 euros mensuales ("por ocho euros al día", dijo); y otra, la opción de acceder a una "tarifa plana de tributos y tasas" con la que pagar lo mismo cada mes en función del total abonado en el ejercicio anterior.

Viraje a la izquierda y directo al bolsillo del contribuyente. Para ganar un espacio preelectoral basado en el mensaje de sí, se puede que grita la calle y que no siempre ha predicado. Adiós a promesas como peatonalizar Don Jaime I, bulevares con esencia, prolongar Tenor Fleta, hacer viviendas en Ranillas o recalificar los depósitos del Pignatelli con los que se estrelló el alcalde Belloch.

OBJETIVOS

Su mensaje es distinto: las prioridades son otras y se pueden aplicar mañana mismo. "Prefiero que no haya ni un niño que pase el día sin ninguna comida que asfaltar 10 kilómetros de calle", llegó a decir en su discurso, para admitir que "no hemos hecho algunas cosas prometidas pero seguimos atendiendo lo urgente y lo importante".

Una declaración de intenciones que convirtió en compromisos. Como la posibilidad de aunar el coste de todos los recibos que se remiten a un domicilio (IBI y el de circulación, o tasas como el agua, basuras y saneamiento) y ofrecer la posibilidad "desde ya mismo" de fraccionar el pago a un coste único mensual domiciliado, siempre que el contribuyente lo solicite de forma voluntaria, generando ingresos de forma más constante para las arcas públicas. Una propuesta fiscal a la que añadió su promesa de revisar el impuesto de plusvalía, pero "en el 2015".

Con respecto a la vivienda, la venta de suelo lleva más de tres años sin proporcionar un solo euro de ingresos. Eso ofreció cambiarlo por el llamado "cesión del derecho de superficie". El ayuntamiento puede el suelo, avala la construcción de viviendas y quien la ocupa retorna el coste de su piso en mensualidades más baratas que un alquiler. A cambio el inmueble no será suyo, a no ser que ejecute la opción de adquirir el pleno dominio, abonando su parte correspondiente del coste de la parcela en la que se levanta. El ocupante se deberá acotar por edad, renta o cualquier condición que se establezca. Pero Anadón ya apuntó a los jóvenes y emprendedores como potenciales beneficiarios de la medida.

El socialista tampoco se olvidó de la participación ciudadana. Tras la frustración que dejan las iniciativas planteadas a través de consultas en la web --como saber de qué color quieren el puente de Hierro--, el candidato abogó por modificar el reglamento para fijar las cuestiones sobre las que hacer este referendum y que los vecinos puedan votar de forma presencial en las juntas de distrito. Un resultado más creíble al que sigue faltándole el último paso: que sea vinculante.

Otra propuesta fue la de sacar a oferta pública, entre el 2015 y el 2018, hasta 660 nuevas plazas para reforzar la plantilla municipal. A esto se suma la de recuperar la Film Comission, que ayude a vender la ciudad como potencial escenario para rodajes de producciones audiovisuales. Y garantizar como sea los servicios mínimos vitales (alimentación, luz, agua...) a los que más lo necesitan. Promesas "creíbles" para cambiar los traspiés de los últimos años, centrado en las personas y, a diferencia del PP, sin esperar a mayo. Y es que él aún gobierna. Seis meses tiene.