La comunidad aragonesa se está enfrentando a una de las sequías más largas de los últimos años. En algunas zonas del sur del territorio no llueve desde mayo, agricultores y ganaderos están preocupados por el ganado y las cosechas, y muchas localidades temen por el abastecimiento del agua. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) coincide en que el periodo estival está siendo duro, especialmente para la provincia turolense, que ha registrado uno de los veranos más secos de su historia.

"Llevamos dos o tres años así, con veranos secos y muy calurosos, toda la comunidad está por debajo de la media", explicó el delegado territorial de Aemet en Aragón, Rafael Requena. En Zaragoza por ejemplo, solamente llovió una media de tres litros en agosto, cuando lo habitual en este periodo está en 17.

Las zonas más castigadas, según Requena, han sido la parte oriental de Huesca y prácticamente toda la provincia turolense. "Se puede ver en el mapa nacional cómo Valencia y Teruel están continuamente en alerta por sequía y altas temperaturas", comentó el delegado de la Aemet.

PREOCUPACIÓN

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) alerta de los bajos niveles en los que se encuentran los distintos embalses de la comunidad. Además, el rendimiento de los mismos está siendo muy alto y preocupa que algunas zonas, sobre todo en la provincia de Teruel, vayan "muy justas" al final del año hidrológico, que acaba en el mes de octubre.

En las comunidades de regantes, con carácter general, el consumo en el mes de agosto se ha incrementando un 20% en comparación con la media de otros años. El presidente de la Comunidad de Regantes del Alto Aragón, César Trillo, augura "bastantes mermas" en la segunda cosecha del maíz a consecuencia de las altas temperaturas, que no cesan en la zona. "Pensábamos tener agua sobrante a final de verano pero en estos momentos lo dudamos bastante", señaló.

Por su parte, la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA), ya alertó a finales de agosto sobre el problema de la sequía en el campo aragonés, que califica de "muy preocupante". La organización agraria informó de que los cultivos más afectados en la comunidad son la viña, el almendro, el girasol y la trufa y que, ante la falta de pastos, los ganaderos en extensivo (ovino y vacuno) se ven obligados a suplementar su alimentación con pienso, lo que conlleva "un gran desembolso económico que hace perder la rentabilidad de las explotaciones". UAGA ha calculado que el coste de alimentación por animal y día es de 1,10 euros para vacuno y de 0,61 para ovino.

Pocas comarcas se salvan de los efectos de la sequía. En Daroca no ha llovido desde el 2 de junio y sus agricultores aseguran que el cereal cosechado no se puede labrar. En el Campo de Borja todavía hace más tiempo: no ha caído una gota desde mayo y ya están suministrando agua al ganado ovino con cubas. "Si esto continúa así hasta el invierno, vamos a tener un problema muy serio", opinó el alcalde de Borja, Eduardo Arilla.

POCA PERO BUENA

Tanto los pueblos como los agricultores y ganaderos de Campo de Borja dependen directamente de los acuíferos para subsistir. A pesar de estos efectos negativos, Arilla subrayó la buena calidad de la uva cosechada este año: "Vamos a perder kilos de uva pero va a ser de una calidad excelente, lo cual es bueno para el vino".

La organización agraria UAGA explicó que, a pesar de una buena cosecha de cereal, no hay rastrojeras por la falta de lluvia y al ganado hay que suministrarle ya pienso. La sequía también se ha notado en el almendro e impedirá que se abra el fruto y en la viña se espera una reducción de cosecha del 25 % respecto al 2015. Además, están empezando a peligrar el girasol o la trufa.

En Zaragoza hay cinco pueblos y pedanías que han estado recibiendo el agua que transportan los camiones del Servicio de Extinción de Incendios de la Diputación Provincial: Inogés, Murillo de Gállego, Huérmeda, Lorbés y Torrecilla de Valmadrid. Las Cinco Villas de momento respiran tranquilas. Rubén Blasco, agricultor de arrozales de Valareña, asegura que, con la ayuda del pantano de Yesa, no tienen complicaciones importantes con los cultivos de maíz, arroz y alfalfa. En cuanto a las pocas lluvias registradas, afirma que es algo habitual en los meses de verano. «El problema llegará si continúa sin llover durante los tres o cuatro meses siguientes», opinó Blasco. «Entonces sí que empezaremos a estar preo- cupados». En el caso del vacuno, según informó UAGA, hay rebaños que incluso no han subido a puerto y, al igual que el ovino, están estabulados.