Aragón vivió ayer una de las mayores movilizaciones de su historia en el ámbito educativo. El gran seguimiento de la huelga y la afluencia tanto a la concentración como a la manifestación convocadas por sindicatos y otros colectivos convirtieron a la comunidad autónoma en un referente nacional en cuanto a repercusión de la convocatoria.

Se esperaba un seguimiento mayoritario en Aragón del paro, pero incluso las previsiones más optimistas de los sindicatos se quedaron cortas. El seguimiento en la comunidad rondó el 70% de media en profesorado y contó con el respaldo casi unánime de los alumnos (90%) según la valoración sindical. Los datos no coinciden con los expuestos desde el Gobierno de Aragón, que cifró en un 52,6% el seguimiento medio de la huelga entre los docentes de la enseñanza pública no universitaria.

SORPRESA

Pero la realidad es que incluso los propios sindicatos reconocieron cierta sorpresa por la influencia de la convocatoria. "Lo escandaloso de las cifras del reiterado recorte y la gravedad de las injustas e irresponsables medidas ya adoptadas por los gobiernos del PP han convencido a los trabajadores de la enseñanza de la necesidad de dar una respuesta contundente", apuntaron los sindicatos convocantes (CCOO, CSIF, UGT, CGT, STEA y ANPE), que, además, advirtieron de que "esto solo es el principio de una larga lucha en defensa de un servicio público y un derecho esencial". Uno de ellos, CGT, llegó a solicitar la "dimisión" de la consejera Dolores Serrat "por no negarse a aplicar el Real Decreto en Aragón permitiendo la invasión de nuestras competencias educativas", indicaron desde el sindicato.

Las más de 20.000 personas que se concentraron a mediodía frente a la sede del Departamento de Educación --la marcha desde la plaza San Francisco afectó al tráfico rodado y al tranvía-- y entre 30.000 y 35.000 --10.000 según la Policía-- que, por la tarde, acudieron a la manifestación hasta el Pignatelli, se convierten ahora en el mejor aval posible para los sindicatos en la lucha contra los recortes, aunque, ayer, el Gobierno de Aragón volvió a insistir en que la instauración de estas medidas de ajuste "se están aplicando en el umbral más bajo de lo que nos permite la ley, con responsabilidad y prudencia, lo que provoca el menor alcance posible", expuso el director general de Gestión de Personal, Alfonso García Roldán del Departamento de Educación, que calificó las medidas de "absolutamente imprescindibles".

García recordó que Aragón "no aplicará el incremento extraordinario del 20% en las ratios y que los docentes seguirán trabajando 37 horas y media a la semana, con una lectiva más de media en Secundaria" y abogó por tratar los recursos económicos "con el máximo cuidado para que el sistema educativo sea sostenible".

Por su parte, el consejero de Presidencia y Justicia, Roberto Bermúdez de Castro, afirmó que la escuela pública está "absolutamente garantizada" y aseguró que se están tomando medidas de racionalización "con mesura y con calma y en otras comunidades están siendo muy duras".

Pero Aragón decidió ayer vestirse de verde --solo en Zaragoza los sindicatos llegaron a repartir más de 5.000 camisetas de este color con un mensaje de defensa de la escuela pública-- para mostrar su rechazo a las medidas dispuestas desde Madrid.

CÁNTICOS

Sin duda, el cántico más repetido a lo largo de la jornada pregonó que la educación no se vende, se defiende. Aunque fue la movilización matinal, protagonizada principalmente por estudiantes, la que albergó mayor cantidad de mensajes. Wert, escucha, estamos en la lucha", Es una dictadura y lo sabéis o No es una crisis, es una estafa convivían con pancartas en las que se aseguraba que No se juega con las tijeras o Mariano, te vamos a meter la reforma por el.... Por la tarde, el manifiesto de sindicatos, Fapar y estudiantes, leído por José Luis Trasobares, presidente de la Asociación de Peridistas de Aragón (APA) y colaborador de EL PERIÓDICO, volvió a pedir "ponernos en pie y estar dispuestos a luchar por los derechos que nos quieren quitar".

No hubo incidencias, más allá de alguna aislada entre Policía y piquetes, a los que les pidieron la documentación. Ni siquiera hubo conato de acceso al departamento, principalmente, porque 25 antidisturbios lo impedían.

Las movilizaciones dejaron semi vacías las aulas, principalmente en institutos y universidad, donde la incidencia de la huelga fue especialmente alta. También los colegios registraron menos afluencia que en huelgas anteriores. En la universidad, los exámenes de evaluación continua mantuvieron algunas aulas activas.