Aragón no tiene decidido aplicar, de momento, el impuesto directo sobre las bebidas azucaradas que ha impuesto Cataluña y cuyo ejemplo también podrían seguir otras comunidades como Canarias. Fuentes del Departamento de Hacienda descartan esta posibilidad, al menos a lo largo de esta legislatura, por lo que los aragoneses no tendrán que hacer frente a un gravamen de este tipo, destinado, según la Generalitat, a mejorar la salud de los ciudadanos catalanes. Lo hará a través de subir el gravamen de refrescos, batidos o zumos, por los que los consumidores pagarán alrededor de diez céntimos más por litro.

En la batalla por mejorar la salud de la población, Aragón desarrolla varias actuaciones, principalmente, en los ámbitos educativos y sanitarios y con los niños como objetivos principales. Así, desde la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Aragón, dentro de los programas de promoción de la salud, se llevan a cabo varias iniciativas para promocionar la alimentación saludable en los colegios. Como el Plan de consumo de fruta en las escuelas entre la población escolar de Primaria.

En Secundaria, otros programas transversales, como Retomemos, también incluyen aspectos relacionados con la salud alimenticia y la prevención de adicciones. Esta estrategia de comunicación educativa busca promover el bienestar entre alumnos de 2º ciclo de la E.S.O. mediante el entrenamiento en habilidades para la vida y la educación en valores. En Aragón se ofrecen dos contenidos: uno relacionado con la educación sexual e igualdad de género, y otro acerca de la prevención del consumo de alcohol. Esta pretende que las personas en edad adolescente aprendan a tomar en serio su propia vida y la ajena, y a cuestionar críticamente las rutinas sociales que conducen al abuso de alcohol Otros programas, como el que potencia el cine como herramienta de educación para la salud, también incluye entre sus áreas de trabajo la alimentación de los alumnos de Secundaria.

Desde el punto de vista global, Aragón también dispone de la estrategia 2013-2018 de promoción de la alimentación y actividad fí- sica saludables en Aragón, elaborada en el 2013. En ella se advierte que la prevalencia de obesidad y sobrepeso en población adulta en Aragón es muy semejante a la media nacional, 15,5% y 38,2% respectivamente. Estos índices aumentan con la edad hasta un pico máximo en el grupo de 65 a 74 años en el que más del 70% de la población tienen sobrepeso u obesidad. Además, la prevalencia de obesidad en niñas aragonesas es de un 4,3%, menos de la mitad que en los niños (10,3%) e inferior a la media nacional (8,9%) una de las más bajas del país.

La guía establece una serie de pautas y líneas de actuación en determinados ámbitos, recordando que entre los hábitos alimentarios que presentan un efecto protector para la obesidad se encuentra tomar un desayuno completo en calorías y nutrientes, consumir 4 ó 5 raciones de fruta y verdura al día, distribuir la alimentación diaria en 4 ó 5 comidas ligeras y seguir un patrón de ingesta que aporte menos del 35% de la energía a partir de las grasas.

Líneas de actuación / Por el contrario, el consumo elevado de productos de bollería, refrescos azucarados y embutidos, un perfil dietético en el que el 38% o más de la ingesta sea a partir de las grasas o la ausencia de desayuno son factores de riesgo asociados a obesidad.

Así, entre las líneas de actuación figura la revisión y actualización de los materiales didácticos sobre alimentación y actividad física adecuados al currículum en cada etapa educativa, la revisión y seguimiento de los menús de comedores, el apoyo a los programas y actividades de promoción de la lactancia materna, una adecuada oferta de alimentos en la empresa y su entorno o acuerdos de colaboración con empresas aragonesas de restauración para fomentar la incorporación de menús adecuados a problemas de salud frecuentes.

Salud Pública y Educación elaboraron una guía para los comedores escolares que impone que los menús programados deberán ser variados, equilibrados y adaptados a cada edad. Además, deben incluir diariamente alimentos como los cereales y derivados, hortalizas, verduras y tubérculos. Es conveniente asegurar una ración de legumbres entre una y dos veces a la semana y se recomienda de una a tres raciones de carne a la semana, priorizando las menos grasas —pollo, pavo, ternera, cerdo, conejo o cordero—.