El consejero de Hacienda, Fernando Gimeno, pedirá al ministerio que el déficit de la comunidad se amplíe del 0,3% previsto al 0,8%. La flexibilización permitirá un margen extra de unos 166 millones, que se suman a los 100 iniciales. Es decir que Aragón podría cerrar este ejercicio con un desequilibrio en sus cuentas de 266 millones, algo que se "podría cumplir sin ningún problema", según el responsable económico del Gobierno autonómico.

Gimeno está hablando con el resto de comunidades para tratar de fijar un posición conjunta para el Consejo de Política Fiscal y Financiera que se celebrará previsiblemente a finales de la próxima semana. Pretenden aprovechar la flexibilización que previsiblemente autorizará Bruselas para España. Los gobiernos regionales quieren que el nuevo margen concedido por la UE les beneficie. Es decir, que asuman más las comunidades que el Ejecutivo central y la Seguridad Social, contrariamente a lo que ha sucedido en los últimos ejercicios.

"Con este nuevo déficit, con casi 300 millones de margen, Aragón estaría en condiciones de cumplir. Sería un planteamiento más realista y que se adaptaría mejor a nuestras necesidades. Sobre todo teniendo en cuenta que ya se han adoptado otras medidas como la subida de los impuestos o la reducción de muchos gastos", explicó ayer por la tarde Fernando Gimeno. El titular de Hacienda aragonés, que está manteniendo conversaciones con otras comunidades, apuesta por pedir a Bruselas que el nuevo déficit para el conjunto de las administraciones españolas pase del 2,8% inicial al 3,8%, lo que supone un punto porcentual. En principio la propuesta del Gobierno central se quedaría en un 3,6%.

SERVICIOS SENSIBLES De ese punto extra, Gimeno cree que las comunidades deberían asumir un 0,5%, lo que fijaría finalmente el déficit del 0,3% actual en el 0,8%. "Cualquier propuesta que nos dé más oxígeno ya me parecería bien, pero tenemos que ser realistas, y somos las autonomías las que prestamos los servicios más importantes y sensibles. No se nos pueden pedir más esfuerzos porque llevamos ya muchos años de crisis", explicó el consejero de Hacienda.

Al tiempo que se producen los contactos entre las comunidades, la consejería aragonesa negocia con el Ejecutivo central el plan de ajuste derivado del incumplimiento del déficit en el pasado ejercicio. Los técnicos se están intercambiado información y datos, pero de momento los avances son escasos. Gimeno reconoció que la posición del Gobierno pasa por no aplicar ningún recorte. El Ministerio de Hacienda que apuntó en un principio que se deberían bloquear partidas por importe de 180 millones, lo ha rebajado ya a 150. Una propuesta que tampoco convence al Gobierno de Javier Lambán.

De momento no hay acuerdo, pero en los documentos que ha remitido el Gobierno de Aragón figuran medidas que Gimeno considera "suficientes" para cumplir. Pasarían por modificaciones de crédito puntuales, por el aumento de los ingresos fruto de los nuevos impuestos y de la venta de suelo. "Con esto no sobra para que no exista desviación respecto a lo que se nos pide, aunque si hay una flexibilización todo cambia", dijo el consejero.