El mercado inmobiliario siguió recuperando sus constantes vitales durante el 2016. Según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística, la compraventa de viviendas creció el año pasado en Aragón un 14,7% respecto al 2015 -la quinta subida más fuerte del país-, hasta contabilizar 10.700 operaciones. En el conjunto de España el incremento fue del 13,6%, el más elevado desde el 2007. El total de pisos transmitidos fue de 403.866, con lo que la compraventa de viviendas suma tres años consecutivos de crecimientos, pues en el 2014 marcó un alza del 2% y en el 2015, del 11,5%.Baleares (31%), Cataluña (20%) y Extremadura (18,6%) lideraron las subidas en el 2016.

En Aragón, los 10.700 pisos vendidos suponen la mejor cifra de los últimos seis años, aunque todavía está muy lejos de las más de 20.000 viviendas que se comercializaban en los años de antes de la crisis, e incluso de las 12.954 compraventas del 2010. «Los datos confirman la mejoría que viene registrándose desde el 2014 y con ellos el sector vuelve a la normalidad porque tan raras son las 7.500 operaciones del 2013 como las 21.000 del 2007», indica el director del grupo de Análisis Inmobiliario (Gamerin) de la Universidad de Zaragoza, Luis Alberto Fabra.

Aragón lleva dos años liderando las subidas, aunque el incremento en el 2015 fue mayor (del 16,6%), lo que la convirtió en la segunda región donde más repuntó la compra de pisos en España.

La reactivación del pasado ejercicio se cimentó sobre todo en el mercado de segunda mano. En concreto, en la comunidad se vendieron 8.789 pisos usados, frente a los 7.700 del 2015. Con todo, la estadística también subió entre los nuevos, lo que ha ocurrido en pocas comunidades. Así, se comercializaron 1.911 viviendas nuevas, frente a las 1.630 del 2015. «Había una demanda retenida de gente que no se ha visto afectada por la crisis», señala el presidente del Colegio de Agentes de Propiedad Inmobiliaria (API) de Aragón y Soria, Fernando Baena, que apunta que las operaciones en la comunidad, tanto en la usada como en la nueva, «no suelen pasar de los 200.000 o 250.000 euros».

La tendecia fue similar en España. De hecho, el 18,7% de los pisos transmitidos en el 2016 fueron nuevos (75.618) y el 81,3% usados (328.248). El número de operaciones sobre viviendas nuevas disminuyó el 1,7%, mientras que el de usadas aumentó el 17,8% respecto del 2015.

LA VPO, BAJO MÍNIMOS/ Los que siguen sin levantar cabeza son los pisos de protección oficial, que, ante la caída generalizada de precios, han dejado de ser atractivos para los compradores. Así, de las 10.700 operciones, solo 1.770 correspondieron a VPO. Algo similar ocurrió en España, donde el 90% de las viviendas transmitidas fueron libres.

La recuperación del sector también se explica por la apertura del mercado hipotecario y porque la vivienda ha vuelto a despertar el interés de los inversores. «Eso sí, el sector de la segunda residencia sigue sin despertar», comenta Baena, que prevé que la consolidación del 2016 continúe en el 2017. «Aún puede haber dos años más de crecimientos antes de que la cosa se estabilice», indica.

La estadística del INE conocida ayer resulta más moderada que las previsiones de los agentes del sector. Caixabank, por ejemplo, preveía que la venta de viviendas alcanzase las 445.000 unidades en el 2016, mientras que Solvia, la inmobiliaria del Sabadell, calculaba que el año cerrarse con 450.000, casi lo mismo que el servicio de estudios del BBVA.

En lo que respecta solo a los datos del mes de diciembre, en el conjunto del país se registraron 29.582 operaciones de compraventa, el 6,8% más que en el mismo mes del año anterior, con lo que se encadenan 11 meses de subida en tasa interanual.