Todo Aragón se volcó ayer con la celebración de San Jorge. En Huesca, cientos de personas cumplieron con la tradición y subieron hasta el cerro. En Teruel, las jotas pusieron el punto y final a un día cargado de actos.

También los municipios aragoneses rindieron sus honores al patrón. Es el caso de Mequinenza, donde el antiguo núcleo urbano recuperó su vida durante unas horas en la celebración de Sant Jordi al Poble Vell. Desde las 10.00 de la mañana, numerosos vecinos y visitantes recorrieron las recuperadas calles, destruidas como consecuencia de la construcción del embalse de Riba-roja, en una jornada de convivencia que pretende mantener vivo el recuerdo como base del futuro de la localidad.

También en Jaca se vivió un ambiente festivo. Las librerías sacaron a la plaza San Pedro sus libros para festejar el Día del Libro. También lo hicieron las floristerías, que llenaron de color el centro del municipio, cuyo epicentro festivo volvió a ser la plaza de la Catedral.

En la capital turolense, el festival de jotas a cargo del grupo Ciudad de los Amantes fue el encargado de cerrar la programación. A lo largo del día, cientos de personas se acercaron hasta el mercado de libros y flores, en la plaza del Torico, presidido por una enorme bandera de Aragón hecha con flores rojas y amarillas.

Además, y con motivo del 800 aniversario de la leyenda de los Amantes, en el Teatro Marín se celebró un espectáculo de ópera y zarzuela con dúos, arias y romanzas.

En Zaragoza, además de los actos organizados en las Cortes de Aragón y el Edificio Pignatelli, el Museo del Fuego y de los Bomberos preparó un gran número de actividades artísticas y musicales para celebrar la festividad de San Jorge y, cómo no, con acento en lo aragonés.

El museo abrió sus puertas a la exposición Promociones de Bomberos de Zaragoza, 1899-2017, y presentó la obra No Fire, del artista Lalo Cruces.