La persistencia de la crisis está provocando que cada vez haya más parados aragoneses sobreviviendo sin ningún tipo de ayuda pública. Actualmente, se estima que hay cerca de 30.000 desempleados sin ingresos en la comunidad, aunque eso no quiere decir que todos ellos hayan agotado los diferentes subsidios: algunos son parados que no han trabajado con anterioridad (estudiantes) o que no han cotizado lo suficiente como para ganarse el derecho a recibir una prestación. La cifra, no obstante, no ha dejado de crecer en el último año, ya que en julio del 2010 apenas había 20.000 aragoneses en esta situación. Los sindicatos observan el fenómeno con preocupación y ya han alertado del riesgo de exclusión social.

Por el momento no hay ninguna estadística que precise el número exacto de parados sin ingresos, pero, según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), de los 91.872 desempleados registrados en julio de este año en Aragón, un total de 35.939 recibieron la prestación contributiva (o paro), mientras que 24.447 cobraron algún tipo de subsidio o la renta activa de inserción (ayudas que no llegan a los 500 euros). El resto, hasta los 91.872, o no recibió ninguna prestación (la gran mayoría) o se benefició de los 400 euros del plan Prepara (apenas unas 500 personas en la comunidad).

"Aparte de estas ayudas estatales solo está el Ingreso Aragonés de Inserción (IAI) que concede el Departamento de Servicios Sociales del Ejecutivo autonómico", explica el secretario de Empleo de UGT Aragón, Raúl Machín. En este sentido, y según informaron fuentes de la consejería de la DGA, actualmente hay 2.996 aragoneses que cobran el IAI, un subsidio que tampoco supera los 500 euros.

"Lo que está clarísimo es que cada vez hay más gente que sobrevive sin ningún tipo de ayuda o con muy poco dinero", lamenta el secretario de Empleo de CCOO Aragón, Antonio Carvajal. No en vano, muchos ciudadanos se encuentran en una situación tan complicada que no les ha quedado más remedio que acudir a oenegés o a centros sociales para poder llegar a fin de mes.

CAE EL GASTO DEL ESTADO La paradoja es que a medida que aumenta el paro, baja la partida del gasto dedicada a pagar las prestaciones, precisamente porque se agotan los plazos de muchos de los parados y los que ingresan de nuevo en las listas tienen derecho en general a un periodo menor de cobro, debido a que han contribuido menos que sus predecesores. Así, el gasto de todas las prestaciones por desempleo en Aragón rondó en julio los 58 millones de euros, mientras que un año antes la cifra superaba los 64 millones de euros.

Una de las mayores preocupaciones de los sindicatos es que la cifra de parados de larga duración no deja de crecer en la comunidad, lo que significa que la lista de desempleados sin prestación seguirá incrementándose a corto plazo.

En este sentido, Carvajal, critica que la administración no puede quedarse de brazos cruzados ante este panorama, por lo que reclama un "nuevo modelo de protección". Para ello asegura que no es necesario "inventarse" ayudas como la de los 400 euros del plan Prepara, sino rebajar los requisitos para acceder a la Renta Activa de Inserción (RAI). "No podemos estar prorrogando cada seis meses el subsidio de los 400 euros porque, además, generamos una gran incertidumbre a los posibles beneficiarios", indica Carvajal, que apunta que la RAI también va ligada a un programa de inserción laboral.

Además, Machín alerta de que cada vez hay menos beneficiarios de ayudas como el Prodi o el Prepara porque los que ya se han beneficiado del subsidio durante seis meses no pueden volver a solicitarlo.

MÁS PROTECCIÓN SOCIAL El secretario general del sindicato OSTA, José Antonio González, aún va más lejos al exigir a la DGA un plan de protección social que entre otras cosas incluya una moratoria en el pago de las cuotas hipotecarias y de recursos básicos como la luz o el agua: "Deberían ponerse de acuerdo todas las administraciones, pero no nos queda más remedio que elaborar un plan global porque no podemos dejar tirados a tantos trabajadores".

Asimismo, desde las centrales se sigue insistiendo en la importancia de la formación para que los parados de larga duración puedan reincorporarse al mercado laboral. Por ejemplo, CCOO apuesta por un modelo de contrato que permita compatibilizar un empleo parcial con un programa formativo. "La gente dejaría de abandonar los cursos porque ha encontrado un trabajo temporal y se formaría hasta el final", comenta Carvajal, que destaca que así no se "malemplearían tantos recursos" de la administración.

Sin duda, el mejor antídoto ante estos problemas sería la creación de empleo, pero no parece que el mercado laboral vaya a reactivarse a corto plazo. El propio Gobierno advirtió recientemente que el paro aumentará en los próximos meses dado el carácter cíclico de la economía.