La Asociación de Afectados por las Riadas del Ebro (Asafre) denunció ayer en Quinto de Ebro, donde se celebró una reunión de regantes, que el Gobierno central «no ha hecho nada» desde que a mediados de abril la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, anunció que Madrid declararía zona de urgente actuación el territorio anegado por la última crecida. La entidad cifra en 20.000 el número de hectáreas inundadas en Aragón y unos daños, para toda la cuenta, de unos 100 millones.

«El silencio de la Administración del Estado desde entonces ha sido total», subrayó Alfonso Barreras, responsable de Asafre, que hizo hincapié en que la cobertura de los daños de la crecida depende de que se desarrolle legalmente la figura de urgente actuación. «Ni ha salido el real decreto que todos esperamos ni se ha habilitado ninguna línea de ayudas», insistió. Sin embargo, fuentes oficiales indicaron que para poder determinar el alcance de la declaración de urgente actuación será preciso evaluar todos los daños.

Barreras manifestó que los presentes en la reunión reclamaron la inmediata limpieza y dragado del río como medio para evitar que se repitan los «catastróficos efectos» de las crecidas del Ebro. «En cinco años, el Ebro a su paso por Aragón se ha desbordado tres veces y ha habido además un año de sequía», aseguró el presidente de Asafre, que señaló que esta sucesión de desastres ha esquilmado la producción agrícola y ha causado graves pérdidas a los ganaderos.

Además, las comunidades de regantes de Villafranca de Ebro requirieron a la notaria de Pina de Ebro para que levantara acta de supuestas deficiencias en el puente de la autovía ARA-A1 que pudo tener «un efecto barrera» ante la crecida del Ebro. «Faltan 200 metros de viaducto y eso es un peligro para Villafranca, pues se genera un reflujo del agua», manifestó Barrera. Por otro lado, el responsable de Asafre mostró su satisfacción por el hecho de que el Gobierno central haya abonado el 85% de las ayudas por la riada del 2015, pero criticó su «excesiva tardanza».