Luis María Beamonte se alzó este sábado con la presidencia del Partido Popular de Aragón durante el congreso regional que la formación celebró en Zaragoza. Fue muy diferente al realizado en el 2008 en el que su antecesora en el cargo, Luisa Fernanda Rudi, fue llamada por Génova a pacificar un PP dividido. Dejó el parlamento europeo para unir partido y, aparenetemente, lo ha conseguido, tal y como quedó patente ayer en este cónclave en el que Beamonte logró el 97,8% de los compromisarios.

Un resultado que estaba previsto, ya que era el único candidato, si bien en el antecedente de Rudi no fue tan abultado. Ella consiguió un 84,4% en el 2008 y fue reelegida en el 2012 con el 90,51% de los votos. De hecho, Beamonte aprovechó ese respaldo para fortalecer la idea de «sumar» de cara a «una nueva victoria del PP» en las próximas elecciones. Para ello se marcó como una obligación el conseguir volver a atraer a aquellos aragoneses que han buscado «refugio» en otras fuerzas políticas. Eso sí, advirtió la necesidad de hacerlo «sin intentar disfrazarnos de lo que no somos».

MAYORÍA

Beamonte recordó que el PP es la primera fuerza política en apoyo ciudadano en la comunidad, «es un partido ganador», que se basa en «principios, valores y en un proyecto común». «Es un partido comprometido con la libertad, con la justicia, con la igualdad de oportunidades, que cree en el pluralismo político, en los aragoneses, en una sociedad de ciudadanos libres e iguales, tolerante y plural, porque la política no son frentes ni frentismos»,

Partiendo de esa base, afirmó que el PP tiene la obligación de «poner las bases para que en los municipios se den oportunidades, posibilidades de avanzar, esperanza y futuro para nuestros hijos». Ante casi mil compromisarios, Beamonte se enfundó el traje de alcalde de Tarazona para ensalzar las bondades de la política, especialmente, la local, solicitando ante todos el impulso de una política «de corazón».

Durante su discurso también hubo espacio para el recuerdo y el agradecimiento. Resaltó al exalcalde de Zaragoza, José Atarés, por su forma de entender la política como «una pasión, como algo próximo al ciudadano». También tuvo palabras para su antecesora en el cargo, de quien resaltó su forma de trabajo «riguroso, con respeto institucional, con firmeza y con pulcritud». «Unas máximas que cumple quien es una amiga y un referente personal, cuyo empuje y determinación nos llevó a creer que no solo era posible recuperar el gobierno sino que había que hacerlo», apuntó. Hoy será amadrinado por Cospedal en el acto de clausura del congreso.