El Ayuntamiento de Zaragoza por fin desveló ayer cómo piensa ahorrarse cinco millones de euros en el servicio de transporte urbano. Y lo hará con recortes en el servicio que incluyen la supresión de dos líneas de TUZSA, la 27 y la 48, y la modificación de las frecuencias en otras 16 rutas de la compañía, aumentando los tiempos de espera en, como mínimo, un minuto. Medidas que precarizan el servicio, aunque las más importantes estarán centradas en las rutas de menor ocupación. Son ajustes que entrarán en vigor el 2 de julio y con las que se pretende que la empresa recorra 1,2 millones de kilómetros menos cada año.

Por un lado, desaparecerá la línea que llega hasta el Parque Deportivo Ebro, la 27, "mientras esté cerrada la piscina", porque carece de utilidad este recorrido, según explicó ayer la teniente de alcalde de Servicios Públicos. Algo similar a lo que ocurrirá con la 48, que ahora funciona solo los miércoles y los domingos como refuerzo para el Rastro. Se considera que con la 34 y la circular se da servicio suficiente.

MÁS ESPERAS Mientras, otras 16 líneas de TUZSA verán reducidas sus frecuencias, aumentando en "unos minutos" los tiempos de espera. Un cambio importante será la consideración de hora punta y valle. La primera ahora será la franja entre las 6.30 y las 22.00 horas, mientras el resto, de 5.00 a 6.30 horas y de 22.00 hasta el final, será valle.

Los cambios más fáciles de adoptar están relacionados con las lanzaderas del tranvía, porque algunas mueven menos de 200 viajeros al día. Por eso se ha decido ampliar el tiempo de paso en ellas. En la 54 se eliminará un autobús de refuerzo y pasará cada siete u ocho minutos en hora punta y cada 18 en horas valle. En la 55 pasará de cinco a ocho en hora punta, y de 8 a 15 en valle. Y en la 56 se dejará un solo autobús, pasará de nueve minutos a 16 de frecuencia.

Mientras, la 57 se dividirá en dos rutas distintas: una que conectará la Fuente de la Junquera con Vía Ibérica, con una frecuencia de 30 minutos, y otra que dará servicio a Casablanca y que pasará cada ocho minutos en horas punta y cada 18 en valle.

Otras ocho líneas verán modificadas sus frecuencias pero solo en sábados y festivos. Se ampliará la espera en el 23, 32, 33, 34, 35, 38, 40 y 42 entre uno y tres minutos. Y la explicación aportada por Dueso es que mientras se oferta que se da en los sábados es de un 77% del servicio normal que se da en días laborables, la demanda es del 63,3%. Y es peor en domingos y festivos, donde se mantiene un 69% de los kilómetros cuando la utilización no supera el 41%.

También se adoptarán medidas con los vehículos. En concreto en dos líneas, la 20 y la 30, que han perdido 3.800 y 9.700 viajeros diarios, respectivamente, desde la puesta en servicio del tranvía. A ellas se les quitarán los 15 vehículos articulados que tienen para llevarlos a la 24, en la que se ha incrementado porque "lo usa mucha más gente para ir desde Las Fuentes a la conexión con el tranvía en la calle Bretón", aseguró Dueso.

Por último, el Casetero también verá mermado su servicio, aunque solo en horas valle, ya que en horas punta se mantendrán las frecuencias de diez minutos, mientras en el resto del día se incrementará hasta 16.