Del incondicional apoyo que ha brindado el Gobierno de Aragón a los promotores de Gran Scala se ha ido diluyendo con el tiempo y buscan una salida al proyecto que, en palabras del vicepresidente de Aragón, José Ángel Biel, iba a ser el más importante desde los Reyes Católicos. Ante las evidencias de las dificultades económicas de ILD, los dirigentes que abrieron las puertas del Pignatelli a estos promotores circunscriben cualquier negociación con los propietarios de las tierras donde pretenden construir el macrocomplejo a un acto "privado".

Fue de nuevo el vicepresidente del Gobierno de Aragón y presidente del PAR el que, a preguntas de los periodistas, rechazó la intermediación del Gobierno de Aragón entre promotores y propietarios, por tratarse de una "negociación privada" y considerar que no sería "conveniente" que la Administración autonómica intercediera en los tratos. Lejos quedan las visitas a bombo y platillo efectuadas por el consejero de Industria, Arturo Aliaga, para vender las bondades del proyecto, como hizo en Sariñena y en La Almolda. También queda muy lejos la época en la que el propio Biel anunciaba ampliaciones de capital de la empresa en las propias Cortes, se aseguraba que había "reuniones a menudo" o cuando la DGA ofrecía tres o cuatro posibles emplazamientos.

Ayer, y después de que haga muchas semanas que no hay contacto entre la DGA y los promotores, Biel consideró que el Gobierno de Aragón "poco puede entrometerse" en el asunto, más que esperar a que las cosas vayan "por su natural". "Si los dueños y los promotores llegan a un acuerdo y se acepta una prórroga, poco más se puede decir", insistió Biel, quien en los últimos meses ha bajado mucho su tono de euforia respecto al proyecto.

CUMPLIR LAS NORMAS Más de tres años después de que se invirtieran 180.000 euros de dinero público en la presentación del complejo, el Ejecutivo, enfatizó Biel, solo puede exigir "el cumplimiento de las normas" (la ley de Centros de Ocio de Alta Capacidad que se aprobó en las Cortes) y "nada más", a la espera de que "un día se presente la documentación correspondiente en el registro y se solicite la aplicación de la ley". De hecho, solo entonces sería posible un nuevo encuentro del grupo de empresarios que están detrás de ILD con responsables de Industria.

A pesar de todo, Biel mostró su confianza en que el proyecto salga adelante, e incluso recordó que hay otra iniciativa similar para la zona. Según aseguró, "mantiene las mismas esperanzas" en la idea.